El estado de conservación de la muralla de Cáceres es "muy deficiente", tanto que necesita medidas "urgentes y necesarias". Y aunque no existe riesgo de desplome, según desveló ayer el concejal de Innovación, Víctor Santiago Tabares, lo cierto es que no hay ninguna torre o tramo de la edificación almohade del siglo XI que no precise algún grado de intervención. Hay un registro de 1.124 situaciones de deterioro descritas.

Precisamente el concejal, acompañado por el técnico municipal Javier Sellers, presentó ayer el primer paso de esta actuación dando a conocer las conclusiones del estudio patológico de la muralla, concebido como el más ambicioso, amplio y profundo jamás realizado a la muralla cacereña que, tal como recordó Tabares, fue "la causa principal", dado su valor histórico, "por la que la ciudad es patrimonio de la humanidad".

El objetivo fundamental de este estudio es definir y conocer primero cómo está la fortaleza defensiva, para después proponer las actuaciones que precisa. Los trabajos, que han contado con un presupuesto de 100.000 euros, se iniciaron en el 2007, a través del programa de conservación, protección y difusión de bienes declarados Patrimonio Mundial que convoca el Ministerio de Cultura. Fueron adjudicados al arquitecto cacereño Miguel Matas, reconocido experto nacional en fortificaciones almohades. Un equipo multidisciplinar, compuesto por 28 personas, ha participado en el estudio.

Si hubiese que poner un orden de prioridad a la rehabilitación, lo más urgente sería, respectivamente, el vaciado del baluarte de los Pozos, la reparación de humedades en Torremochada, las Torres de Postigo, Santa Ana y Yerba por este orden.

Ante esta situación, el concejal anunció ayer que el ayuntamiento redactará un Plan Director de la Muralla, figura de planeamiento urbanístico que ya proponía el Plan Especial de Cáceres en 1989, y que estará concluido el año que viene.

Víctor Santiago Tabares comentó que las intervenciones en la muralla aún no están presupuestadas económicamente puesto que primero era necesario concluir el estudio de Matas y después es obligatorio disponer del plan director: "ambas cosas nos dirán cómo debemos intervenir", matizó el edil.

EL TRABAJO Los redactores del estudio comenzaron su trabajo con la recopilación documental histórica, fotográfica y cartográfica. Luego se hizo una labor de fotometría, con escáner-láser de alta precisión. Tabares dijo que el Instituto Tecnológico de Rocas Ornamentales y Materiales de Construcción de la Junta de Extremadura ha realizado la caracterización petrológica y mineralógica de los materiales. Posteriormente se ha realizado un estudio de ultrasonidos por destacados expertos de la Uex (departamentos de Física y Construcción de la Politécnica).

Todo ello ha servido para conseguir información sobre la naturaleza, edades, cronologías y conservación de los tapiales. Asimismo, se ha reparado en el análisis de las especies vegetales que existen en la muralla y que la degradan. El concejal comentó igualmente que el estudio incluye propuestas de actuación de diversos tramos que se aprovecharían turísticamente. Tabares concluyó apuntando que tanto su concejalía como la de Turismo y el Proyecto Intramuros son capitales para poner en valor la muralla.