La Guardia Civil mantiene abierta la investigación que ha llevado a desarticular una red internacional de falsificadores de tarjetas de crédito, en la que ya se ha detenido a nueve personas (seis hombres y tres mujeres de entre 26 y 56 años de edad), a los que se les imputan estafas en compras realizadas en establecimientos comerciales por más de dos millones de euros. Además, se sospecha la implicación en la red de dueños o empleados de los establecimientos en los que los miembros de este grupo organizado han actuado.

En este sentido, el subdelegado del Gobierno en Cáceres, Fernando Solís, y el teniente coronel jefe de la Comandancia provincial de Cáceres, José Angel Giro, resaltaron ayer ante los medios de comunicación que se está investigando a algunos establecimientos comerciales que podrían estar implicados en esta ilícita actividad, "pues para falsificar las tarjetas necesitaban grabar los datos de las bandas magnéticas para posteriormente proceder a la clonación, y esto necesariamente tiene que hacerse en los establecimientos cuando el cliente paga con tarjeta".

Es por ello, anunciaron, que se prevén nuevas detenciones en los próximos días, como ya adelantó ayer EL PERIODICO. De hecho, matizó José Angel Giro, "aunque aún no se ha detenido a ningún empleado de los establecimientos en los que esta banda ha actuado, ya se ha identificado a tres y hay fundadas sospechas sobre otros, por lo que las detenciones están próximas".

Los nueve detenidos en esta operación --a la que se ha dado el nombre de Ala Ancha y ha estado dirigida por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Cáceres de la Guardia Civil-- son de nacionalidad cubana, todos eran miembros de la red desarticulada, que venía actuando en España desde hacía 7 años, y todos tienen antecedentes por hechos delictivos similares, de hecho dos de ellos estaban reclamados por la Audiencia Nacional. Ocho de ellos se encuentran ya en prisión provisional, uno en la cárcel de Cáceres y siete en Madrid.

LA ACTUACION Esta importante operación, de la que se ha hecho cargo el Juzgado 2 de Navalmoral, pero que pasará a la Audiencia Nacional, se inició a finales del pasado mes de enero, cuando la Guardia Civil tuvo sospechas, "gracias a la colaboración de un comercio de Navalmoral", de la existencia de varias personas que estaban realizando compras por importantes cantidades de dinero en distintos establecimientos comerciales de la comarca utilizando tarjetas expedidas a un mismo nombre.

Posteriores investigaciones permitieron constatar que al menos ocho personas utilizaban hasta 32 tarjetas en puntos diferentes y, en algunos casos, al mismo tiempo, en las provincias de Badajoz, Cáceres, Toledo, Madrid, Avila, Burgos e incluso Portugal. Comprobado este hecho, la labor se centró en la localización y detención de las personas que integraban el grupo, que se llevaron a cabo en Madrid, Alicante y Navalmoral de la Mata.

En la operación, además de más de 400 tarjetas de crédito falsificadas, la Guardia Civil ha incautado diverso equipo informático, lectores de bandas magnéticas, maquinaria para el troquelado y preparación de las tarjetas, datos bancarias, distintos tipos de documentos de identidad y de conducir falsificados, 39 trajes de alta costura y gran número de electrodomésticos.