Al menos una decena de cacereños han sido objeto de una estafa bancaria a través del sistema de clonación de tarjetas, según confirmaron fuentes del Cuerpo Nacional de Policía. A las ocho de la tarde de ayer ya eran ocho las denuncias que se habían interpuesto en la comisaría por este asunto.

Al parecer, la estafa afectó a usuarios que han utilizado un cajero del Banco de Santander, donde los estafadores podrían haber colocado un sistema de lectura de banda magnética que sirvió para falsificar las tarjetas y realizar operaciones de compra.

Las fuentes policiales consultadas por este diario aseguraron que ayer se inició un dispositivo para tratar de localizar a los responsables de estos hechos. Todo apunta a que se trata de una red organizada y no se descarta que operaran desde fuera de Cáceres. Los denunciantes acudieron a la comisaría al percatarse de que en sus cuentas se cargaban operaciones que ellos no habían efectuado. Al parecer, en la mayor parte de los casos los golpes no han superado los 300 euros al día. Los afectados dieron cuenta al banco y anularon sus tarjetas.

LAS ESTADISTICAS La clonación de plásticos es una táctica habitual en nuestro país. De hecho, un estudio realizado por la aseguradora Creating Profitable Partnerships (SPP) apunta que la mayor parte de los casos de fraude son debidos a falsificación de tarjetas. Así, por ejemplo, esta práctica aumentó un 15% en el 2002 respecto al 2001. Ello implica que los datos de las bandas magnéticas son copiados sin que el titular lo sepa.

Desde la comisaría se explicó que existen muchas fórmulas para cometer este tipo de fraudes, entre las más comunes destaca la instalación de microcámaras que captan el número secreto o la colocación de pantallas superpuestas en el cajero.

Mientras los bancos buscan medidas para atajar el fraude, la clonación sigue avanzando gracias a la acción de bandas que, en muchos casos, tienen ramificaciones internacionales.