Hartos de las labores de mantenimiento que obligan a cerrar de manera intermitente las piscinas de la Ciudad Deportiva durante los veranos, los usuarios de estas instalaciones decidieron llevar a cabo ayer una protesta para mostrar su malestar a sus gestores (son propiedad de la Junta de Extremadura).

No se manifestaron de forma casual, sino porque el último incidente ocurrió precisamente ayer por la mañana. Al llegar a la Ciudad Deportiva les alertaron de que la piscina de los cadetes estaba cerrada por labores de mantenimiento y no se podía utilizar. Ellos, cansados de esta situación, decidieron desoír estas indicaciones y optaron por saltar al agua a modo de protesta. Se armó un gran revuelo que obligó incluso a actuar a la Policía Local, que les obligó a salir de la piscina.

Según indica el Ejecutivo autonómico esta instalación se cerró debido a un fallo en la depuración del agua, que se detectó el martes por la noche. Concretamente fallaba el sistema de las bombas de cloro lo que ponía en peligro la calidad del agua. Por esta razón, añaden las mismas fuentes, se tomó la determinación de prohibir el baño hasta que la situación se solucionara. Durante toda la mañana de ayer el personal de mantenimiento del complejo estuvo trabajando para solucionar la avería y se espera que hoy pueda pueda estar operativa si el agua cumple con todas las garantías.

Sin embargo los bañistas aseguran que no se trata de un hecho aislado, sino que estos problemas se suceden cada verano. El año pasado, especifican, esta misma piscina estuvo cerrada quince días también por un problema de depuración. «Todos los años en plena temporada de baño tienen que hacer labores de mantenimiento. Tienen todo el año para hacer estos trabajos. Nosotros pagamos un bono por todas las piscinas pero no nos dejan utilizarlas», señala Narciso Blanco.

Esto se une al cierre de la piscina denominada ‘de las mujeres’, que lleva sin abrirse ya seis años. En la reforma integral que la Junta de Extremadura llevó a cabo en las instalaciones, en el 2012, decidió no arreglar esta última debido a su mal estado, ya que suponía construirla de nuevo. Actualmente se pueden utilizar tres piscinas: la de los adultos, la de los cadetes y la infantil. «Si cierran una de ellas los mayores solo podemos utilizar una porque la otra es de los niños y ahí no nos podemos bañar porque no sería seguro para ellos», señala otra usuaria.

La falta de espacio se intensifica en los meses de julio y agosto, cuando a las instalaciones acuden los participantes de los campamentos de verano. «Si ahora que han cerrado una piscina la otra está llena y casi no hay espacio imagínate en julio y agosto, cuando vienen los de los campamentos. Si cierran cada dos por tres para labores de mantenimiento no tenemos sitio y nosotros pagamos nuestra entrada y nuestro bono», añaden los afectados.