La situación en la calle Lucas Burgos Capdevielle es ya insostenible. De nada han servido los cuatro escritos remitidos por los vecinos al ayuntamiento porque nadie pone remedio a este desaguisado. Han denunciado la presencia de ratas, perros sueltos, de ruidos, pero lo último clama al cielo: la instalación de una caseta con una piscina de plástico dentro en plena vía pública. Ocupa algo más de dos metros cuadrados y tendrá en su interior unos 800 o 1.000 litros de agua, según indican los vecinos: «Esto es un escándalo. Han ocupado parte de la calle, justo donde aparcan los coches. Se bañan y se monta un jaleo increíble».

Pero ahí no queda la cosa: «la otra noche soltaron a un perro, estuvo toda la noche ladrando, era imposible conciliar el sueño. Llamamos a la policía local, nos dijeron que ellos no podían ir en ese momento para un asunto de esa índole y que darían aviso a la patrulla verde. Todo sigue igual», aseguran los afectados.

Desde que en Lucas Burgos Capdevielle, en la barriada de Aldea Moret, dieron los pisos sociales, esta calle está sin asfaltar, con varias perreras y llena de basuras, salen ratas, culebras y muchos bichos, según el testimonio de los vecinos, que desde el 25 de septiembre han metido en el Registro de Entrada del Ayuntamiento los cuatro escritos de los que no han recibido contestación.

Quienes hablan llevan 20 años residiendo en este bloque. Están saturados: «Hay cucarachas, garrapatas, en el portal nos entran ratas tan grandes como manos. Hemos matado culebras a montones», relatan.

Esta queja se produce justo el día después de que el ayuntamiento celebrara la Mesa para mejorar las condiciones de vida de Aldea Moret, un órgano en el que los vecinos de Santa Lucía precisamente denunciaron situaciones incívicas como carreras ilegales, fogatas o el uso de árboles como tendederos.