El sector de estudios profesionales de tatuajes y piercings considera necesario que el ayuntamiento inspeccione los locales que en Cáceres se dedican a esta actividad, ya que se están concediendo licencias sin un control exhaustivo y hay establecimientos que no cumplen la normativa que regula qué materiales se pueden utilizar y de qué tipo para realizar las perforaciones y los tatuajes. El responsable de Tatto Studio, Guillermo Solís, lamentó el intrusismo que sufre la profesión, dado que la mayoría de los trabajadores "no están cualificados".

Solís calculó que la media de estudios no profesionales es uno por barrio, y comentó que en ocasiones "tenemos que reparar daños que se provocan en estos locales". "La gente acude a estos sitios para ahorrarse unos céntimos, y no tiene en cuenta que hacer un piercings no es sólo clavar una aguja en la piel", agregó.