Europe logró atraer anoche al ferial a más de 5.000 espectadores en el concierto más esperado del día grande del Festival del Oeste, según informó la organización. La banda sueca, cabeza del cartel, inició a las 23 horas la cuenta atrás del certamen, al que aún le quedaba una larga madrugada con directos hasta las seis de esta mañana.

Con más público que en las dos jornadas anteriores, la clausura del festival volvió a servir a los espectadores más atrevidos para aguantar música y calor desde el mediodía. Pero no importó a pesar de la floja afluencia de público que registraron los tres escenarios hasta que la banda madrileña Porretas irrumpió a las ocho de la tarde.

A esa hora el sol iba cayendo, al contrario del ambiente que fue a más con la llegada de Europe. Una vez más, el sonido funcionó como demostraron Los Coronas con un estupendo directo que repitió Lujuria en el escenario Bon Scott. La peor parte se la llevó el hípico, con muy poco público toda la tarde. La experiencia de esta primera edición ha demostrado que con dos escenarios hubiera sido suficiente.

El sábado del Festival del Oeste también sirvió para volver atrás en el tiempo con Asfalto, la mítica banda madrileña de Julio Castejón que demostró buena salud a pesar del paso del tiempo. De hecho, era la más veterana del cartel con 27 años de vida. A las nueve y cuarto de la noche Burning pisaba el escenario Hendrix después de que Porretas hiciese brincar de lo lindo a los más jóvenes con canciones dedicadas al obrero y la crisis. El incombustible Johnny Cifuentes, subido al teclado, también volvió a preguntarse qué hacía una chica como tú en un sitio como éste ante un público más maduro. Con gorra y gafas negras, parece que tiene cuerda para rato.

Luego llegaría Barbarroja, que dio paso a Europe. El festival encaraba la recta final con una respuesta de público que no ha ido en paralelo a la producción de este proyecto del ayuntamiento y la promotora Krea Música.