El Carnaval no es solo el desfile, el traje o la coreografía, es la cuestión social que hay tras él, el hacer grupo y trabajar así; es trabajar codo con codo para hacer las letras, coser los trajes y disfrutar cada ensayo.

Soy de los que asumo que la ciudad no ha optado por el Carnaval, que lo montamos entre unos cuantos y lo sostienen ahora entre unos pocos haciendo un esfuerzo titánico, pero no me resigno. Y el caso es que Cáceres necesita que su Carnaval tenga una forma definitiva para crecer con él y sobre él. Y para eso hace falta que hablen todos y se escuchen, porque este año los grupos estaban como locos sin saber a qué atenerse. La experiencia de este año debe servir para que en el futuro se decida conjuntamente por qué Carnaval se apuesta. Yo apuesto por el Carnaval como evento social.

*Vocal de la Federación del Carnaval