Ya se sabe que el siete es un número mágico. Los días que duró la creación, los planetas, las siete vacas gordas y flacas de José, el año sabático ocurría cada siete años y uno de los siete era el jubilar, las siete iglesias del Apocalipsis, las siete plagas, los siete sabios, las siete maravillas del mundo, las siete llaves con las que Costa quería cerrar el sepulcro del Cid, los siete enanitos, 007... Pues siete pueden ser las candidaturas que se presenten a las elecciones municipales para el Ayuntamiento de Cáceres. Porque Laviana, conocido empresario de festejos taurinos y antes humorista, tiene tras de sí un grupo dispuesto a todo. Por dinero no va a ser. Y aún hay más. Me dice un pajarito de pluma cárdena que dos personas tienen el propósito de presentar batalla en sus respectivos partidos y en caso de perderla harían una lista independiente cada uno. Tanta lista puede sonar a cachondeo, sin embargo convendría hacerse unas preguntas. ¿Acaso el mensaje de algún presunto candidato suena anticuado y nos ahogará aún más en la caspa? ¿Pudiera ser que algún discurso no contenga otra cosa que griterío? ¿Tan mal lo están haciendo los partidos políticos como para que los ciudadanos necesiten buscar otras fórmulas?