Las primeras investigaciones realizadas ayer por la policía local apuntan al exceso de velocidad como posible causa del accidente mortal ocurrido en la noche del pasado martes en las inmediaciones de la Charca Musia. Como ayer avanzó EL PERIODICO, tres mujeres murieron calcinadas en el suceso tras empotrarse contra la pared de una nave y arder el vehículo en el que viajaban en dirección a Cáceres.

La gravedad del accidente obligó ayer a comparecer públicamente al concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Santos Parra, quien se mostró visiblemente afectado por este accidente, que calificó "de trágico y mortal". El responsable municipal confirmó la información facilitada ayer por este diario. Los hechos ocurrieron, según el edil, alrededor de las 22.35 horas en la carretera EX-206 (Cáceres-Villanueva de la Serena) a la entrada de la ciudad, en el sentido de la circulación de Torreorgaz hacia Cáceres. Parra explicó que el coche accidentado era un Renault Laguna, matrícula 6926BBB, ocupado por tres personas, "posiblemente mujeres según el parte policial".

CHOQUE MORTAL El concejal indicó que las causas del accidente "en un principio se desconocen, aunque a primeras horas de la mañana parecían estar más claras". La principal hipótesis que maneja la policía local es que el coche rozó con la parte trasera y luego se empotró contra la nave que ocupa Autos Vigara. A continuación, comenzó a arder de inmediato, falleciendo las tres jóvenes calcinadas dentro del coche.

Debido a la violencia de las llamas, que destruyeron el vehículo, fue necesario que los familiares de las víctimas acudieran ayer a la clínica médico forense para poder identificar los cadáveres por el estado en el que éstos se encontraban tras el incendio en el vehículo.

Asimismo, Santos Parra, que visitó a las familias junto a otros miembros del equipo de gobierno, desveló que las fallecidas, todas naturales de Cáceres, pertenecen a familias "muy conocidas de la ciudad". Según confirmó ayer este diario, la conductora era María Isabel Ojalvo Quesada, de 31 años y de profesión camarera. Esta joven es hija de José María Ojalvo, trabajador municipal en el cementerio.

Las otras dos víctimas son estudiantes de Magisterio en Cáceres en la rama de Educación Física. Patricia Montero García, que iba a cumplir 20 años e hija del carnicero cacereño Nicolás Montero, y Noelia Téllez Vivas, de 24 años e hija de Francisco Téllez, empleado de la empresa Grúas Borrego. Se da la circunstancia de que el lugar del suceso está junto a su centro de trabajo.

LUTO EN EL DEPORTE Las tres jóvenes pertenecían además al equipo de fútbol femenino de la Asociación Deportiva Puente de San Francisco que milita en la división regional. Su entrenador, Fernando Sánchez, indicó que formaban parte del club desde hacía ocho o nueve años y destacó los estrechos lazos de amistad entre las tres víctimas.

El fatídico accidente se produjo a la vuelta de un viaje a Don Benito donde las tres jóvenes habían ido a visitar a una amiga común, también compañera del equipo de fútbol. Todas las capillas ardientes quedaron instaladas en el tanatorio San Pedro de Alcántara donde ayer se vivieron momentos de intenso dolor entre familiares y amigos.

Los funerales de las jóvenes Patricia Montero y Noelia Téllez tuvieron lugar ayer por la tarde en medio de una gran conmoción y ante la presencia de numeroso público. A las once de esta mañana está previsto que se celebre el último sepelio en memoria de María Isabel Ojalvo en el mismo tanatorio cacereño.