El pesimismo se apodera día a día de los extrabajadores de la fábrica de cerámicas Waechtersbach que luchan desde hace meses por sacar adelante un proyecto de viabilidad que reflote la planta, que está en proceso de quiebra por los tribunales. "Ya es muy difícil, porque los clientes que teníamos se han perdido por la tardanza en darnos respuestas a nuestras peticiones, como la cesión de las instalaciones", explicó ayer la portavoz del colectivo María José García.

Una amplia representación de los 44 exempleados que promueven la iniciativa convocaron ayer a los medios de comunicación a las puertas de la fábrica, en el polígono Las Capellanías, para denunciar por enésima vez la falta de atención que reciben, en este caso de los administradores concursales que gestionan la quiebra.

Los trabajadores han solicitado una reunión con los administradores para explicarles su proyecto y resolver los escollos de su puesta en marcha. Sin embargo, aún no han recibido respuestas, según dijeron. "Pasan de nosotros y están esperando a que nos cansemos", afirma Generoso Jorge, uno de los extrabajadores.

"ESPECULACION" Igualmente, expresaron nuevamente su disconformidad con el informe elaborado por los administradores concursales respecto a la liquidación de los bienes de la industria. "Se han limitado a copiar el informe que les facilitó el empresario Alejandro Rodríguez Carmona y por eso cobran más de 5.000 euros cada administrador al mes", expuso Fernando Paniagua, asesor del colectivo.

Insistieron en que la tasación de las propiedades de la finca no es real, ya que se ha tasado en algo más de tres millones de euros y "vale mucho más", aseguró la portavoz. Se apoyan en esta afirmación la oferta de una inmobiliaria cacereña tiene a la venta una parcela de 1.000 metros cuadrados en este polígono, por el precio de 480.000 euros. Las dos fincas de Waechtersbach suman una superficie de 38.000 metros. "Quieren especular con los terrenos", declaró García.

Por último, denunciaron que la tienda de venta de cerámicas sigue abierta en la fábrica. Los trabajadores consideran esta situación una incongruencia con sus despidos que fueron acordados en el mes de enero pasado "por el cierre total de la fábrica", sin embargo "la tienda sigue abierta cuatro meses después", apuntó María José García.