Dos motivos están en el origen del expediente sancionador que la Dirección General de Política Educativa está tramitando contra el director y la jefa de estudios del Instituto de Enseñanza Secundaria Norba Caesarina: el hecho de que los profesores de guardia que suplen la ausencia de un compañero no firmen esa guardia; y el que no se hayan enviado a la dirección general los nombres de los profesores que no asisten a los claustros. Así lo han confirmado a este diario fuentes conocedoras de la situación del centro.

Tal y como publicó EL PERIODICO el pasado sábado, un grupo de 73 trabajadores y extrabajadores del centro han manifestado a través de un comunicado su desacuerdo con la tramitación de dicho expediente y su apoyo al actual equipo directivo.

En referencia a la falta de firmas en las guardias, las fuentes consultadas señalaron que esas guardias muchas veces no se firman "por despiste o porque hay que dar otras clases". Y por lo que respecta al envío a la dirección general de los nombres de los profesores ausentes de los claustros, las personas consultadas afirmaron que "en las actas de los claustros están las firmas de todos los asistentes y no hay más que consultarlas para saber quién asiste y quién no".

Las mismas fuentes manifestaron a este diario que "esos hechos no justifican que se diga que el centro no funciona, porque funciona muy bien como demuestra que haya que hacer una selección de los alumnos que quieren acceder al mismo".

Otras fuentes cercanas al instituto señalaron, sin hacer más precisiones, que las supuestas faltas que han dado origen al expediente son de tipo "administrativo y burocrático, y no tienen nada que ver con las tareas educativas".