Tres calles de la barriada de La Mejostilla estuvieron toda la noche del martes sin alumbrado público a consecuencia de la explosión de varios petardos cerca del transformador eléctrico situado en la vía Cayetano Polo Polito. La policía nacional consiguió identificar a uno de los que explotó el cohete, un joven de 21 años y que responde a las iniciales I. F. B., vecino de Mejostilla. Iba acompañado por otro grupo de chavales, a los que los agentes no lograron alcanzar porque salieron corriendo en diferentes direcciones. "Cuando me acosté todavía no teníamos luz. No es la primera vez que nos pasa, siempre llamamos a la policía pero esta vez le han cogido. Parece que ahora los petardos son una práctica común porque se escuchan por todos lados", dijo el presidente de la barriada, Jacinto Mellado.

Los hechos fueron puestos en conocimiento del juzgado de guardia, que deberá decidir la responsabilidad penal en que pueden incurrir por los daños causados a los vecinos. De igual forma, el Ayuntamiento de Cáceres estudiará si se les impone una sanción administrativa por la explosión de petardos en la vía pública, algo que prohibe la ordenanza municipal reguladora de la convivencia ciudadana y protección del entorno urbano. Según la normativa, podrían enfrentarse a multas de entre 750 y 1.500 euros. "Cuando veamos el informe de la policía nacional decidiremos qué hacer con el chaval", explicó el concejal responsable de Seguridad Ciudadana, Carlos Jurado.

Fueron los vecinos de la barriada los que alertaron a la patrulla policial de los ruidos provocados por la explosión de estos artefactos en la calle. Por esta razón fue la policía nacional quien actuó y no la local, que es la única que tiene competencias en estos asuntos, según explicó el subdelegado del gobierno en Cáceres, Fernando Solís.

EN TODA LA CIUDAD Sin embargo, el del martes no fue un hecho aislado. Las últimas semanas la centralita de la policía local no ha parado de sonar recibiendo llamadas de cacereños que se quejan del ruido que producen los petardos al ser estallados en la vía pública. Y es que las protestas se han extendido a toda la ciudad (antes se concentraban en Mejostilla y Las Trescienta, donde recientemente se ha abierto una tienda de pirotecnia). "Ahora mismo los petardos se tiran en todos sitios. Lo peor es que se hace a horas en las que molestan a los vecinos. Muchas veces se reciben llamadas durante la madrugada", aseguró el concejal, Carlos Jurado.

Muchas denuncias se centran también en que los que activan los explosivos son niños pequeños a los que, por su edad, la venta de estos productos está prohibida. En este sentido la Guardia Civil incidió en que en las tiendas de Cáceres se cumple la normativa y que no se ha abierto expediente a ninguno de los establecimientos por este asunto.

El aumento de las protestas en las últimas semanas ha llevado al ayuntamiento a plantearse llevar a cabo un protocolo de actuación que vele por el descanso de los ciudadanos, aunque esto aún está en el aire.