En el puesto de Catering Pajuelo no dan abasto. El viernes canjearon 2.000 tickets y tuvieron que acudir a sus instalaciones para reponer las tapas que se acababan. Ayer no paraban de servir cientos de raciones de arroz extremeño, cigarritos de patatera y brochetas de pollo con mostaza de limón y sésamo. "La cosa va muy bien este año", explicaban los empleados. A su lado, el stand de Guadipark-Hospedería de Montánchez había aumentado sus reservas hasta 1.800 pinchos solo para ayer, y la Tapería Neptuno despachaba 1.000 croquetas de morcilla además de otras tentaciones.

La feria cacereña de la tapa, Extregusta, llega a su décima convocatoria y además lo hace con un éxito evidente. Cánovas se llena desde el viernes y los hosteleros aseguran que es una de las mejores ediciones que recuerdan, con un sol espléndido, más de cien pinchos elaborados con productos extremeños (el mayor número hasta el momento), treinta casetas ofreciendo sus creaciones gastronómicas, siete haimas y doscientas barras para dar buena cuenta de todo.

Más de veinticinco empresas del sector de la restauración entre restaurantes, taperías, caterings y otras firmas elaboradoras de materias primas seguirán ofreciendo sus pequeñas delicias en el paseo de Cánovas hasta las 18.00 horas de hoy domingo, jornada de clausura. El público podrá degustar un sinfín de variedades: hornazo de cocido extremeño con crujiente de Pimentón de la Vera, curiosas croquetas elaboradas con kikos, espinacas y Torta del Casar, caracol de lomo sobre calabacín en témpura, pollo teriyaki con cacahuetes garrapiñados o una sabrosa torrija de Semana Santa, que por cierto ahora toca.