Extremadura no es más que un nombre en los membretes oficiales y una quimera en el alma de unos ilusos, el resto son envidias, enfrentamientos y resentimientos entre dos provincias y entre dos ciudades, tres desde hace unos años. La ciudad de Cáceres lleva siglos presumiendo de recio abolengo, nobleza, cultura y señorío frente a la iletrada Badajoz a quien coloquialmente se consideraba medio gitana.

Desde hace unos años la vulgar Badajoz ha dejado a la muy estirada ciudad de Cáceres a la altura del betún en casi todos los aspectos. Pero la culpa no es de los cacereños al parecer. Es de los políticos. De los «suyos» y de los «nuestros». De los suyos porque la Junta nos olvida en sus inversiones y de los nuestros porque no presionan lo suficiente. No digo que no haya algo de eso pero me pregunto: ¿Solamente se debe a eso? Sirvan unos ejemplos. El primero el inútil derroche que ha supuesto la construcción del auditorio, un ejemplo más de infrautilización de los espacios públicos, pero cuando se proyectó nadie elevó una protesta ni habló de alternativas, como hubiera sido ampliar san Francisco, en cuyo caso tendríamos un auditorio sin parangón en nuestro país.

En segundo lugar el del hospital. En primer lugar pregúntese cuantas ciudades contemplarían con los brazos cruzados llevar una década esperando la construcción de un hospital y que encima le prometan abrirlo por fases. Luego convoque una manifestación y cuente los asistentes, no los mirones. El primer caso nos dice para qué sirven algunas inversiones y el segundo nos conduce a reflexionar sobre nuestra conducta. Badajoz está donde está porque ha sabido sacar rendimiento a su situación geográfica y no han sido los políticos quienes han erigido centros comerciales aunque hayan tenido la visión y decisión necesaria para apoyarlos.

Aquí o no tenemos situación aprovechable o no la sabemos aprovechar y los políticos han dado muestras de su incapacidad. Pero al fin y al cabo “nuestros políticos” no salen de la nada sino de esta ciudad y no se le pueden pedir peras al olmo..