La lluvia, el viento y el frío pudieron al final con Extremúsika 2008. El macrofestival rockero tuvo que ser suspendido en la mañana de ayer por "motivos de seguridad", dejando a más de 20.000 espectadores sin poder disfrutar de las 30 bandas previstas en el cartel del sábado, día de la clausura.

A Vallekas Producciones, organizadora del evento, se comprometió ayer a reembolsar un tercio del precio de los abonos dentro de unos diez días. Las devoluciones se realizarán en los puntos de venta anticipada y para los que las adquirieron en taquilla, se está buscando un centro institucional para hacerlo.

Tras la segunda jornada del viernes, en la que la continuidad del festival corrió serio peligro por el mal tiempo, la suspensión comenzó a gestarse en la madrugada del sábado cuando la lluvia volvió a arreciar sobre el recinto ferial. No paró de caer agua desde las tres de la mañana, lo que provocó que los escenarios instalados en el ferial y el hípico quedasen inutilizados para la música y los espectadores.

DAÑOS IRREPARABLES. La decisión final se produjo poco antes de las doce de la mañana tras la reunión mantenida por el comité de crisis en la jefatura de la policía local. Ante la imposibilidad de garantizar la seguridad de los asistentes y de los músicos por las malas condiciones del recinto, todos los conciertos fueron cancelados.

En una comparecencia de urgencia ante los medios de comunicación, Angel Romero, promotor de la cita musical, asumió que las adversas condiciones climatológicas habían obligado a tomar la decisión de dar por terminado el festival. "Al final nos han vencido los elementos. Se ha podido luchar contra ellos hasta que nos han vencido", señaló, desvelando que las intensas lluvias de la madrugada habían provocado "daños irreparables en el equipo de sonido".