La Asociación de Derechos Humanos de Extremadura denuncia la falta de formación en las cárceles y el rechazo de los empresarios a contratar a exreclusos. Desde el 2000, tiene en marcha un programa de técnicas de búsqueda de empleo y habilidades sociales para que aprendan a buscar empleo. Su portavoz, Rubén Tejedor, defiende la necesidad de estas iniciativas "por la falta de política penitenciaria en recursos, financiación, infraestructuras, cursos y formación".

A ello se unen, asegura, las reticencias de los empresarios para contratar a los que han pasado por la cárcel: "El porcentaje que se contrata es muy pequeño. Son muchos problemas, agravados porque han sido adictos a algún tipo de droga. Por eso la reinserción, desde todos los puntos de vista, es muy difícil".

Derechos Humanos también tiene en marcha un plan de prevención de la exclusión social con la Consejería de Bienestar Social, en el que han participado 40 internos en régimen de semilibertad en el último año. A los de tercer grado se les hace un seguimiento.

Sin embargo, Tejedor afirma que "un gran número vuelven a recaer porque el medio es muy hostil. El choque es muy fuerte cuando salen". Su visión de futuro es pesimista: "Lo tienen difícil porque en prisión no hay una formación específica que conduzca a una reinserción sociolaboral".