El Servicio Extremeño de Salud derivará pacientes de cirugía vascular a Badajoz ante la falta de personal de esta especialidad en el hospital San Pedro de Alcántara. El área cuenta con una plantilla de cuatro facultativos, pero actualmente solo dos se encuentran trabajando ya que el resto está de baja por estrés y ansiedad por problemas con uno de sus compañeros, tal y como publicara ayer este diario. Por el momento solo se trasladarán a la capital pacense los pacientes urgentes o preferentes, según indicó ayer el consejero de Sanidad, José María Vergeles. El servicio de cirugía vascular solo se presta en la región en las dos capitales de provincia.

«Hay que resolver la actividad asistencial, es decir, tener en una plantilla de cuatro cirujanos vasculares a dos cirujanos de baja supone una merma del 50%. Nos gustaría poder contratar mañana la cobertura de esas dos bajas, pero lamentablemente no existen cirujanos vasculares en paro de los que podamos echar mano para poder contratarlos. Lo que sí está ya previsto es un protocolo de colaboración entre el área de salud de Cáceres y el área de salud de Badajoz, para que los pacientes no sufran demoras en sus consultas», indicó el consejero.

La situación en la quinta planta del hospital San Pedro de Alcántara, la de esta especialidad, es insostenible. Así la definen tanto los propios médicos como los pacientes. Los familiares de enfermos ingresados ya se han quejado a la dirección médica de que no se pasan consultas y de que no se hace un seguimiento de la evolución de los pacientes. Los facultativos aseguran que esta situación es provocada por la mala relación que existe con uno de los especialistas de la planta, lo que ha generado una serie de denuncias mutuas (uno de ellos ha denunciado al otro por malas prácticas y el otro a este por acoso laboral). Todo esto ha terminado con dos médicos de baja y ha creado una situación que afecta a los pacientes de este servicio.

«Es una situación muy complicada que tiene que ver con denuncias cruzadas entre unos compañeros con otros, algunas están en la vía judicial. Poco podemos hacer más de lo que hemos hecho, que ha sido ponerlo en conocimiento de la comisión deontológica del Colegio Oficial de Médicos de la provincia de Cáceres, en manos de la inspección de servicios sanitarios, de mediadores y conciliadores para ver si se puede llegar a un punto de acuerdo entre esos profesionales que tienen conflictos entre ellos. Ninguna de las medidas ha dado resultado», señaló ayer José María Vergeles, quien aclaró que ninguna de esas vías se ha podido ejercer con total libertad ya que, al estar el asunto en manos de la justicia, habrá primero que esperar a que el juzgado emita su veredicto.

la calidad / Por otro lado el consejero, que se pronunció ayer por primera vez sobre este tema al ser preguntado por los medios de comunicación, aclaró que todo esto «no va a reducir la calidad asistencial» del servicio de cirugía vascular. «En ningún momento vamos a permitir que disminuya la calidad de la atención sanitaria en ese servicio. Esto hay que trasladarlo claramente, vamos a atender todas las reclamaciones, todas las quejas y todas las sugerencias que nos manden pacientes en relación con el servicio de cirugía vascular, como hemos hecho de aquí para atrás, para mantener la calidad sanitaria», dijo.

Y pidió disculpas por lo sucedido. «Quiero pedir disculpas a los pacientes que en este tiempo hayan podido sufrir algún retraso de intervención quirúrgica o de consulta externa y que sepan que estamos trabajando en recuperar la actividad asistencial», señaló. Aunque aclaró que esta situación no ha sido provocada por la actual administración regional, sino que «viene de años atrás». Lamentó además que todas estas informaciones provoquen «que los pacientes dejen de confiar en los excelentes profesionales que tenemos en el Servicio Extremeño de Salud, que son muchos».

Esta semana cuatro familias de pacientes hospitalizados han denunciado a la dirección médica que nadie se ha interesado por el estado de los enfermos. En un caso la paciente llevaba ingresada quince días y en ese tiempo solo pasó un médico para informarle de una prueba que iban a practicarle, pero nunca hizo un seguimiento de su estado. Otro de los ingresados, además de no recibir visitas del médico, la operación que esperaba ha tenido que ser aplazada dos veces. Ambas familias se pusieron en contacto ayer con este diario para comentar que, desde que se ha hecho pública la situación, la actitud «ha cambiado».