La familia de la joven Sandra Jiménez (19 años, Madroñera), afectada de una hipoxia cerebral, ha hecho un llamamiento «desesperado» para que sea tratada en una clínica especializada, como el hospital Vall d’Hebrón (Barcelona), a pesar de que el Servicio Extremeño de Salud (SES) le ofrece un centro en Mérida, Casa Verde.

Los allegados de Sandra consideran que este centro emeritense no está especializado en el tratamiento de la hipoxia cerebral (bajo nivel de oxígeno en el cerebro). Fuentes del SES han confirmado a EFE que se le ha ofrecido iniciar el tratamiento neurorehabilitador en esta «clínica especializada» en el daño cerebral, pero la madre, según han agregado, se niega a ello. En Extremadura, Sandra fue diagnosticada de Lupus tras años de consultas. Hace siete meses la medicación le provocó una parada cardiorespiratoria que le produjo la hipoxia. La última operación le fue practicada en Sevilla, avalada por un juzgado que le permitió el traslado.

«Si realmente tuvieran el tratamiento que pedimos, no estaríamos exigiendo el desplazamiento al Vall d’Hebrón, pues lo más ‘cómodo’ sería Mérida», afirma Azucena García, tía de la joven. «Queremos que sea ingresada y tratada en aquel hospital, tenemos esperanzas de que mejore. La niña ríe, llora, responde a los estímulos, controla esfínteres... puede mejorar, pero es necesario un tratamiento prolongado», subraya.

En este sentido, el SES ha gestionado el traslado a Barcelona de la joven y está a la espera de que el hospital comunique la fecha de disponibilidad de camas, con el fin de que le realicen «una valoración» de su enfermedad. «Es una valoración, pero nosotros queremos que ingrese para su tratamiento», reitera su familia.