En la iglesia de Jesucristo Resucitado, en el R-66, pensaron que si en la Edad Media utilizaban los retablos para ilustrar las predicaciones de los sacerdotes, en el siglo XXI, era de las nuevas tecnologías, internet es la herramienta más idónea para hacer más comprensible la palabra de Dios. Dicho y hecho.

El templo tiene línea ADSL --la conexión a internet está en el propio altar-- con tres megabites de velocidad y una red inalámbrica de 54 megabites --y, por si falla, una tarjeta de internet móvil por satélite--. Un gran pantalla deslizable de 2,5x3 metros; un proyector y un ordenador portátil suman el resto del equipo técnico que hace posible que el párroco, Miguel Angel Morán, apoye sus homilías dominicales con imágenes y textos rescatados de la red. "La técnica no está reñida con la fe y puede ser un camino para llegar a Dios", asegura.

Un bolígrafo-ratón permite que el sacerdote acompañe su sermón de imágenes que "hacen comprensible y accesible el mensaje de Dios". Ayer en la lectura del Evangelio se recordaron, ante un templo abarrotado, las Bodas Caná, cuando Jesús convirtió el agua en vino. En la pantalla aparecían unas tinajas como las que usó en el milagro, una imagen de la aldea de Caná de Galilea y frases destacadas del texto.

Como la idea de los retablos en su momento, a los que la línea más ortodoxa de la Iglesia se oponía, la introducción de las nuevas tecnologías en la eucaristía también se ha topado con sus detractores. "Los que están en contra dicen que se puede perder el ritual, pero el ritual es fiel. La celebración no se adultera, al contrario, se complementa y se enriquece", defiende el sacerdote.

No obstante, los detractores son los menos. La mayoría de los feligreses han acogido la iniciativa de este joven templo, dependiente de la parroquia de San José, con satisfacción. "Vienen personas de todo Cáceres, no solo del barrio. Para que la fuese más asimilable se crearon las misas para niños, para jóvenes, para mayores. Ahora, dejándonos llevar por la intuición pastoral ha nacido la misa familiar, porque vienen los padres, los niños, los jóvenes y los abuelos. Y la gran sorpresa es que todos comprenden la palabra de Dios", dice Morán.

Enrique acudió ayer, como cada domingo, a misa. A juicio de este joven, el uso de internet en la eucaristía "demuestra que es posible utilizar estos medios en ambientes donde a veces nos llaman carcas o demasiado conservadores. Es muy interesante y hace que lo que se dice sea más comprensible".

También Luis Carraux, de 57 años, y María Aldea, de 93, alabaron la idea. "Está muy bien. Se hace más entretenido y se comprende mejor", dijeron.

Y el obispado, ¿qué opina? "Están de acuerdo con el esfuerzo que se está haciendo por hacer la celebración más comunicativa y más gráfica. Gracias a Dios, tenemos un clero muy comprensivo y respetuoso", afirma Miguel Angel Morán, al mismo tiempo que asegura que otras parroquias cacereñas ya se están planteando instalar pantallas en sus templos.

La inversión para contar con estos medios es ha sido mínima", igual que su mantenimiento: 39,9 euros es el gasto mensual al contar con tarifa plana, "incluso ahorramos más que otras parroquias porque las llamadas provinciales, interprovinciales y metropolitanas nos salen gratis", explica Morán, que ha aportado su ordenador personal. La pantalla y el proyector se compraron con el donativo de un feligrés.

También es una de las primeras parroquias en contar con una pizarra digital, que se usa para la catequesis de los sábados. "Me gusta porque ponen un ordenador y en una pantalla salen textos e imágenes", contó ayer Juan Manuel, de 9 años, que acudió a misa con su abuela. También con la gran pantalla y el proyector los niños conocen, con dibujos de Walt Disney, la historia bíblica.

Con estos precedentes, la comunidad parroquial no podía carecer de webs, tiene dos: www.sanjosecaceres.org y www.jesucristoresucitado.org .