El problema de Vela es que está en un lugar que no le corresponde pues su ideología conservadora, estuvo afiliado al PP, ha de chocar necesariamente con muchas de las propuestas de izquierda, características personales aparte, que hacen Pavón y algún otro concejal socialista. Cuando entró en el tripartito ya sabía que su voto valía lo mismo que el de IU y que era tan necesario como el suyo, de manera que decir ahora que pactó con los socialistas pero no con Pavón es un subterfugio. Se ve en la necesidad de marcar distancias para pervivir en la política pues su futuro no está en la izquierda y el Foro le ha dado unos escuálidos votos que, dice la experiencia, de no mediar un milagro menguarán en el futuro. Estar en un equipo de gobierno no consiste solamente en lucir en un vistoso escaparate sino que conlleva compartir decisiones en muchos otros campos. Es lo que tiene hacer pactos no motivados por las afinidades ideológicas sino por otras causas. Además, ahora mismo no tiene alternativa pues nadie aceptaría que rompiera el gobierno ni que le tuviera en la zozobra continua. Y puede dudarse de que, por decoro, deseo de sus votantes e incluso colisión de legítimas ambiciones personales, el PP le utilizara para presentar una moción de censura.