Este año se vuelve a repetir el debate sobre los espacios donde celebrar actividades de animación y ocio en la feria de San Fernando: en el centro o en el ferial; o mejor: ¿cómo compatibilizar los dos sitios sin que se restrinja una actividad empresarial que genere empleo? Aquí no vale solo la ley de la oferta y la demanda, no hay barra libre porque las normativas de Junta y ayuntamiento sobre convivencia y ocio, protección del medio ambiente en materia de ruido y aprovechamiento del suelo público dicen que no la hay.

El sitio es el recinto ferial, es el lugar acondicionado para grandes aglomeraciones, aunque su ubicación sea provisional y en un futuro, que cada vez es más lejano en el tiempo, se deba trasladar más al sur. Pero esto no limita que se den autorizaciones en otras zonas de la ciudad, que se amplíe la oferta y que se pueda elegir. Esos permisos tienen sus condicionantes que impiden que se vendan bebidas alcohólicas fuera del establecimiento (no son posibles grifos o mostradores para venta de bebidas) salvo en terrazas o veladores y que se instalen en la calle aparatos reproductores de música. Esas autorizaciones también obligan a que no se imposibilite el tránsito peatonal o la fluidez del tráfico por los espacios públicos y a que se mantengan libres los frentes de portales y accesos a locales y garajes.

Los permisos municipales que el ayuntamiento ha concedido a establecimientos de hostelería del centro durante los días de la feria están condicionados por la Ley de Convivencia y Ocio de la Junta de Extremadura y por la ordenanza que regula el aprovechamiento de espacios que son de uso público (aceras, plazas…) para la instalación de terrazas y veladores. Cumpliendo estas normas, y otras en materia de ruidos y horarios, no tiene que haber inconvenientes si la autorización se pide con el tiempo suficiente para colocar veladores en la vía pública y permitírselo a los hosteleros que tengan licencia para instalar terrazas, para decorar fachadas e incluso para cortar puntualmente la circulación si por razones de seguridad a causa de aglomeraciones fuese necesario. Esta es la regla general, en el que puede haber excepciones, aunque limitadas a fiestas con autorizaciones especiales.

En los dos últimos años no se ha autorizado el corte total del tráfico, algo que sí se permitió en años anteriores, aunque limitado a espacios concretos, como en 2014 cuando se permitieron cortes de circulación en un tramo de San Pedro de Alcántara y en otro de Santa Joaquina de Vedruna, tramos que ahora son peatonales.

El otro debate abierto este año es el de la adjudicación de las casetas y espacios del ferial con un sistema más abierto para que se concurra con las mismas condiciones a la ocupación del espacio. Lo que se discute es terminar con el modelo actual, que impide participar en igualdad de condiciones, ya que reconoce en las casetas una titularidad tradicional sobre la licencia que permite ocupar el mismo espacio. El cambio se ha aplazado al año que viene. Cualquier modificación hay que hacerla hablando antes con los afectados, sin prisas pero sin guardarla en el cajón, y con una solución que no mate un ferial en el que cada año hay menos casetas.