Los primeros cálculos del ayuntamiento situaban ayer en una media de 40.000 visitantes los que a diario han pasado por el recinto ferial desde que el pasado martes se inauguraron las fiestas de San Fernando, que anoche concluyeron con el tradicional castillo de fuegos artificiales. El concejal de Festejos, Teodoro Casado, manifestó durante la clausura de la feria de artesanía --a la que acudió por la mañana-- que su valoración era muy positiva. Casado admitió el descenso de público durante la noche, pero insistió en el auge y consolidación del mediodía. "No es que haya habido menos gente, es que estaba más repartida", subrayó el edil.

Aunque el concejal no pudo precisar el número exacto de visitantes, dijo que desde el martes al jueves la media fue de 25.000 personas cada día. Casado, que ha vivido su última feria como concejal de Festejos, recibió el apoyo y reconocimiento de los comerciantes que han expuesto sus productos en Cánovas.

La edición de este año es la que ha puesto de manifiesto, con mucha diferencia, la necesidad de mejorar las condiciones del recinto ferial. Hubo numerosas quejas de los conductores por las malas condiciones de la zona de aparcamientos (aún sin asfaltar). Además, la tromba de agua que cayó el sábado, inundó casetas y paralizó algunas atracciones.

El parte incidencias facilitado por Cruz Roja situaba en 72 las personas atendidas durante la madrugada del sábado. De ellas, 14 fueron evacuadas a los hospitales de la ciudad. El más grave fue un joven de 27 años que cayó al suelo, se rompió dos costillas y entró en la ambulancia con parada cardiorespiratoria.