El XXVII Festival Womad ha generado 49.000 kilos de residuos en la ciudad, cifra menor a la de 2017, a pesar de que ha aumentado el número de participantes, según informa el portavoz del equipo de Gobierno, Rafael Mateos. El dirigente popular destaca que el dispositivo de limpieza, desplegado por la empresa concesionaria Conyser, ha sido «mayor» que otras ediciones ya que se ha contado con más medios técnicos y personales. Se han utilizado 13.000 sacos de basura y 500 litros de productos desinfectantes. «Lo que pasa es que la distribución de los medios ha sido diferente y no se ha incidido tanto en la zona de los conciertos, sino en los aledaños y en las calles periféricas», ha explicado el portavoz que añade que los vecinos del casco antiguo demandaban más limpieza en el entorno y los operarios de limpieza no han estado tan concentrados en la Plaza Mayor como otras veces.

En cuanto a los datos, el viernes se detectó la presencia de vidrio en la zona de los conciertos, algo que está prohibido ya que solo se pueden utilizar envases de plástico. Mateo ha garantizado que ese vidrio no entró por los puntos de control policial, por lo que se advirtió a los hosteleros que no se podía vender vidrio y los demás días del festival «la presencia fue insignificante», ha indicado.

En el operativo de limpieza han participado 72 operarios, entre ellos 54 peones, once conductores, cinco capataces y dos jefes. Además, se ha contado con casi una treintena de vehículos específicos entre barredoras, fregadoras, camiones de recogida y cisternas de riego y se han instalado 53 cabinas de wc químicos distribuidos por todo el recinto de la parte antigua, cuatro casetas en la Gran Vía y 160 contenedores de basura.