Nuestro ayuntamiento ha hecho públicos los actos del Carnaval. Es admirable el empeño que ponen nuestros ediles en organizar una festividad que no cuenta con el apoyo del pueblo. Porque si es verdad que durante unos años fue un acontecimiento acompañado de un gran número de participantes, no es menos verdad que actualmente son muy pocos quienes participan activamente. Y mira que Buitrago y Viky le ponen entusiasmo. Claro que si la cabalgata será deslucida y escasa no sucederá lo mismo con la carpa de la plaza de toros. Comenzará la fiesta con la celebración del febrero, un acontecimiento específicamente cacereño que ha recuperado con muy buen criterio el Aula de Mayores de la Universidad Popular. De manera que nos van a dar otra lección de antropología cultural, algo de lo que estamos necesitados. La pena es que el día y la hora hacen imposible una mayoritaria participación popular como sería necesario. Aún quedan en nuestra memoria los lavaderos y las lavanderas. Algunas merendillas se han degustado en Hinche, Beltrán o La Madrila. Con esta fiesta comienza un ciclo que continúa en los Mártires, las Candelas y san Blas. Y a esperar Semana Santa, san Jorge y la Virgen. Eso sí es el Cáceres eterno.