El edil de Festejos, Teodoro Casado, llegó en taxi cinco minutos antes de la siete a los soportales del ayuntamiento. "Vamos allá...", espetó, y se encaminó hacia las escalinatas para cumplir con su misión: el encendido del alumbrado navideño. Allí estaban la mayoría de los ediles populares (Basi Pizarro, Parra, Lázaro García, Angel Arroyo y Rumbo), eso sí, todos muy juntitos y abrigados (hasta el clima favorece el ambiente navideño). Casado dio la señal. De repente, la plaza se iluminó, en el Bujaco se hizo la luz y las 40.000 bombillas extraordinarias quedaron inauguradas.

¿Un deseo de buena voluntad para estas fechas? El concejal no lo dudó: "Paz y trabajo para los cacereños". ¿Algo más original? Casado se lanzó: "Que los jóvenes toleren el calimocho y otras bebidas, pero más temprano". Vamos, una fiesta con luces.

LOS CALDEROS, EN LA LUMBRE

Seguimos de fiesta, porque las barriadas de Pinilla y la Estación Arroyo-Malpartida han sido las primeras en celebrar la Navidad (detrás vendrán más de veinte comilonas en otros tantos barrios). Los vecinos de Pinilla prepararon ayer 20 kilos de migas y enriquecieron el caldero con chorizo y panceta. Para acompañar, café, chocolate y vino con una sesión de baile. En la Estación, migas y matanza típica con degustaciones durante toda la jornada. Mañana, misa y vino de honor para celebrar la fiesta patronal.

Más gastronomía, esta vez en el Extremadura Hotel. Coincidiendo con el segundo aniversario de su apertura acaba de estrenarse una nueva tienda, Delicias de la Sierra, situada en los locales del inmueble. La oferta, especializada en productos extremeños, viene que ni pintada para las fechas en cuestión: mermeladas de La Vera, jamones, vinos, aceites, licores, bombones, pimentón, quesos... Está orientada a satisfacer a los clientes del hotel y a los cacereños. ¡Buen provecho!