Chimeneas, castilletes, pozos, malacates, talleres, economatos... El patrimonio minero de Extremadura es rico y múltiple, tanto como su subsuelo. Por ello, una de las líneas de actuación de la administración regional es su puesta en valor, con el objetivo de generar nuevos recursos culturales y turísticos, y dinamizar las poblaciones cercanas. Para ello se ha acometido el inventariado y catalogación de las antiguas explotaciones, en colaboración con el Instituto Geológico y Minero de España. También se han potenciado las rehabilitaciones en las minas de Fuente del Arco, Aldea Moret, Los Santos de Maimona, Aliseda, Azuaga, Santa Marta de los Barros, Burguillos del Cerro y Logrosán. Los viejos espacios mineros han sido hoy ocupados por nuevos usos recreacionales, museos y centros de interpretación.

Aún faltan por recuperar elementos significativos de este patrimonio, «e interconectar de algún modo estos vestigios, tan valorados por los turistas europeos», subraya Juan José Tejado, presidente de la Asociación Geológica de Extremadura.