La supresión del ´botellón´ en las inmediaciones del casco histórico ha tenido bastante incidencia en el renovado interés de los cacereños por vivir en la parte antigua, y por tanto en el aumento de los precios desde hace un año, según profesionales del sector inmobiliario. El fin de los ruidos, la suciedad y los ríos de orina se han dejado notar de inmediato: desde el pasado verano se ha registrado un fuerte crecimiento en la compra y rehabilitación de inmuebles.

El responsable de la Oficina Municipal de Rehabilitación de la Ciudad Monumental, José Luis Sánchez, dice que la demanda inmobiliaria en el recinto "no es una moda, sino un brote de sensibilidad por rehabilitar la zona".