Nuevo capítulo en el conflicto provocado por la prohibición de celebrar conciertos en locales de copas. Los responsables de la sala Aldana comparecieron ayer ante el juez Joaquín González Caso, titular del juzgado de Primera Instancia 5, para defender su inocencia ante la acusación de una supuesta falta de desobendencia por el presunto incumplimiento de una resolución municipal de noviembre del 2006 que les obligaba "a la inmediata paralización de la actividad de conciertos" en el cocherón de la calle Cuesta de Aldana, en la parte antigua.

Los hechos a los que se refiere la denuncia, formulada ante la Fiscalía por el anterior gobierno municipal del PP el pasado 11 de junio, ocurrieron los días 11, 18 y 19 de mayo de este año. Según los informes de la policía local tras acudir al local, Aldana celebró conciertos esas tres jornadas, incumpliéndose con ello la resolución de paralización dictada por la Alcaldía.

Ayer los hermanos Francisco y Carlos Marcos, responsables del local, negaron este extremo y aseguraron ante el juez que los conciertos de los días 18 y 19 se celebraron en la cafetería del local y no en el cocherón. "Ha habido un error de dirección", afirmó ayer Carlos Marcos, que precisó que éstos corresponden a la programación de pequeño formato para la que se eligió la cafetería de Aldana. En cuanto a la actuación del día 11, aseguró que no llegó a realizarse y que, cuando la policía se personó en el local a las 21.30 horas de aquel viernes, "se estaban haciendo los preparativos".

DE OFICIO A pesar de ello, el fiscal, que actuó de oficio ya que el ayuntamiento no estaba citado al no ser denunciante, mantuvo la petición de una multa de 1.000 euros para cada uno de los hermanos Marcos y pidió la absolución de un camarero del local que también había sido denunciado. El juez del caso explicó ayer que, tras instruirse las primeras diligencias, planteó el archivo de la causa, pero el fiscal decidió continuar adelante e incoar un expediente por esa presunta falta de desobediencia.

Las circunstancias en las que se produjo en junio pasado la denuncia ante la Fiscalía --solo cinco días antes de la toma de posesión de la actual corporación-- provocaron que los dueños de la sala Aldana acusaran a concejales del anterior gobierno de actuar en represalia. "Toman forma ciertas amenazas proferidas hacia nosotros por el concejal Francisco Javier Castellano, que nos ha llegado a manifestar sin ninguno pudor que todo esto nos pasaba por no votar al PP y que íbamos a seguir penando", dijo Carlos Marcos entonces.

Asimismo, reiteró que, desde que se dictó la resolución del 2006 paralizando los conciertos en el cocherón por la denuncia de una vecina, no se había hecho ninguno en la zona precintada, aunque sí en la cafetería, no afectada por la orden.