Diez años de prisión y una multa de 300 euros es la pena a la que se enfrenta un interno del centro penitenciario de Cáceres al que los funcionarios intervinieron 1,29 gramos de mezcla de cocaína y heroína escondidos en la celda, concretamente en el interior del mango del recogedor de basura, que era hueco.

Según recoge el fiscal en su calificación provisional de los hechos, la droga intervenida había sido introducida por el acusado en la prisión el 17 de agosto del 2005, tras regresar de un permiso de salida, y los funcionarios se la incautaron dos días después.

Al acusado, Angel J. S. B., que hoy será juzgado por estos hechos en la Audiencia Provincial de Cáceres, el fiscal le imputa un delito de tráfico de drogas con sustancias que causan grave daño a la salud y la circunstancia agravante de distribución en establecimiento penitenciario.