La Fiscalía actúa en Cáceres tras crecer hasta un 80% en un año los delitos de menores al volante

Pero es que además, y aunque aún no se han facilitado los datos estadísticos del último año, la fiscal delegada de menores de Cáceres, Yolando Forte, reconoció a este diario que la cifra de infracciones por menores al volante se sigue incrementando, habiéndose contabilizado algo más de 70 el año pasado.

Otro hecho que constata la fiscal es que la mayoría de los delitos e infracciones que cometen los menores en materia de tráfico son conducir sin permiso de conducir, o sin licencia en el caso de los ciclomotores. Y también, que cada vez son más frecuentes los grupos de menores que llegan a la Fiscalía por haberse dedicado a colocar obstáculos en medio de las vías, "una actuación que, aunque algunos lo ignoren, supone un delito contra la seguridad de tráfico". Son cifras en aumento que preocupan y que han llevado a la Fiscalía a actuar para tratar de conseguir que desciendan. Para ello, advierte Forte, "es fundamental la concienciación y sensibilización" tanto de los menores como de sus familias, y esto es lo que persigue fundamentalmente la nueva medida de reforma a poner en marcha.

Se trata de unos cursos, de formación y sensabilización relacionados con la seguridad vial, que se van a desarrollar en Cáceres y Plasencia gracias a un convenio firmado por la Fiscalía Superior de Extremadura, a través de su fiscal jefe, Aurelio Blanco Peñalver, y la Junta de Extremadura, a través del consejero de Administración Pública y Hacienda, Angel Franco Rubio.

OBJETIVOS Esta acción, que por el convenio firmado pondrá en marcha en breve la Fiscalía de Menores de Cáceres, está dirigida a infractores de menos de 17 años que no sean reincidentes y que en la comisión de sus delitos en materia de trafico no hayan causado lesiones a terceros ni daños de entidad.

Lo explica así la fiscal de menores, que señala asimismo que su puesta en marcha tiene como principales objetivos sensibilizar sobre los peligros y el riesgo que suponen ciertos comportamientos y, al mismo tiempo, tratar de corregir esas conductas delictivas en las que los menores de 17 años suelen incurrir al volante, fundamentalmente aquellas "excesivamente frecuentes", como son el circular en ciclomotor sin licencia o en vehículos a motor sin permiso de conducir.

"Como lo que se busca con el castigo de esas conductas en el Código Penal es que se fuerce a los menores a obtener las licencias o permisos, es decir, a prepararse y cualificarse para conducir vehículos o ciclomotores", Force indica que con estos cursos "de lo que se trata es no solo de mentalizarles o concienciarles de las consecuencias que puede tener el conducir sin la preparación o la cualificación necesaria, sino también el fomentar que accedan a esa formación y a la obtención de las licencias o permisos de conducir" --la acción incluye una ayuda para obtener el carnet--.

Esta nueva medida de reforma que la Fiscalía de Menores pondráen marcha con la colaboración de la Académica de Seguridad Pública de Extremadura --los cursos los impartirán agentes de policía--, se enmarca en el ámbito del artículo 19 de la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, "que permite, con determinadas condiciones, evitar al menor la llegada a juicio, es decir, anticipar la respuesta, darle la respuesta penal en un momento anterior", explica la fiscal de menores.

Es por ello, añade Francisco Javier Timón, educador del equipo técnico de la Fiscalía, que para que un menor que ha cometido un delito contra la seguridad vial pueda acogerse a ella "el primer requisito que ha de cumplir es reconocer los hechos, pues esto se considera una reparación indirecta, y si no reconoce los hechos no tendría sentido".

Reconocer los hechos es, así pues, el primer requisito para que un menor que haya cometido un delito contra la seguridad vial, sin ser reincidente y sin haber causado lesiones ni daños --de estos casos se contabilizaron 32 el año pasado mientras que en los primeros seis meses de este año han sido 26--, pueda acogerse a esta nueva medida de reforma. Pero Timón añade otro también ineludible, que tanto el menor como sus padres o tutores se comprometan, con la firma de un ´compromiso de reparación´, a realizar el curso programado, "pues puede que se reconozcan los hechos, pero que luego no se quiera ejecutar la medida impuesta".

Si esto ocurriera, matiza la fiscal de menores, e incluso en el caso de que iniciado el curso no se concluyera en su totalidad, "la medida de reparación que le ha impuesto la Fiscalía se consideraría no ejecutada y se seguiría el trámite normal del expediente, es decir, se acusa al menor, se abre la audiencia y se celebra el juicio, en el que se declarará si es responsable o no del delito del que se le ha acusado, y en caso de serlo se le impondrá la medida que corresponda".

Las medidas que se imponen dependen de cada caso concreto, pero van desde trabajos en beneficio de la comunidad o tareas socio-educativas relacionadas con la seguridad vial, hasta libertad vigilada, fines de semana en centros de reforma e incluso internamiento.