Un total de 112 años de prisión es la pena a la que se enfrenta un joven cacereño de 24 años al que su expareja acusa de violarla y maltratarla de forma reiterada durante casi dos años.

J. I. S. B., al que se le imputan 13 delitos de violación, además de un delito de violencia familiar, otro de coacciones y otro de detención ilegal, más dos faltas de maltrato, por los que el fiscal solicita la pena antes indicada, será juzgado el próximo martes en la Audiencia Provincial.

Los hechos de los que se le acusa ocurrieron en Cáceres entre agosto del 2001 y marzo del 2003. Según recoge el fiscal en sus conclusiones provisionales, J. I. S. B., condenado en diciembre del 2000 por la comisión de sendos delitos de estafa y falsedad documental, inició en agosto del 2001 una relación sentimental con S. R. P., "que discurrió de modo normal hasta que, al cabo de unos meses, el procesado comenzó a descargar toda su agresividad verbal y física sobre su novia, siendo constantes los insultos, humillaciones, vejaciones y agresiones físicas".

Son numerosas las agresiones que el fiscal describe en su escrito de calificación, haciendo constar que las agresiones físicas y verbales, así como las violaciones, se produjeron en muy diferentes lugares, desde la trastienda del establecimiento comercial en el que trabajaba la joven al piso que durante un tiempo compartieron, el vehículo, e incluso en plena vía pública.

Se describe, asimismo, que en ocasiones llegó a amenazarla con una navaja y que en una ocasión la encerró en la vivienda que compartían durante un día.

LA DENUNCIA Pese a que la situación se mantuvo durante casi dos años, la joven "no se atrevía a poner fin a esta situación ni a denunciar los hechos..., pues le tenía auténtico pánico y temía las posibles represalias".

Finalmente, en marzo del 2003, estando embarazada a consecuencia de las relaciones sexuales que mantenía con el procesado, M. S. sufrió una nueva agresión de éste, "lo que la hizo tomar definitivamente la decisión de romper la relación, aunque no se atrevió a denunciar formalmente los hechos hasta noviembre de ese año".

J. I. S. B. fue detenido el 12 de noviembre del 2003, y fue puesto en libertad provisional al día siguiente, aunque el Juzgado de Instrucción dictó en esta última fecha un auto por el que se prohibía al procesado comunicar y aproximarse a M. S., "medidas que siguen vigentes y cuyo mantenimiento en el futuro sigue siendo aconsejable".

Por estos hechos, el fiscal considera a J. I. responsable de un delito de violencia familiar habitual, por el que pide una pena de 3 años de prisión; de un delito de coacciones, por el que solicita 2 años de prisión; un delito de violación y detención ilegal, por el que se piden 8 años de prisión; dos faltas de maltrato, por las que se solicitan sendas multas de 300 euros; y 12 delitos de violación, por cada uno de los cuales el fiscal solicita se le impongan 8 años de prisión.