El Consejo de Ministros autorizó ayer al Ministerio de Fomento a sacar a concurso las obras del tramo Plasenzuela-Santa Marta de Magasca de la autovía Cáceres-Trujillo (A-58), con un presupuesto base de licitación que asciende a 50.494.387 euros.

Es el último de los cuatro tramos que restaba por licitar. Los más avanzados son la variante de Trujillo y el trazado desde el municipio trujillano a a Plasenzuela, ambos ya adjudicados y a escasas semanas de que comiencen las obras. El tramo de Cáceres a Santa Marta de Magasca está próximo a licitarse tras la luz verde que recibió del Gobierno la semana pasada.

El tramo Plasenzuela-Santa Marta se inicia a 600 metros al sur de la actual carretera N-521 y a 300 metros del enlace de Plasenzuela que conecta la N-521, la CCV-271 y la A-58, a través de dos glorietas, un paso inferior y sus correspondientes ramales.

La autovía comienza a aproximarse a la N-521 y al río Tamuja, el cruce del río se lleva a cabo mediante un viaducto de 160 metros de luz y cuatro vanos.

Tras cruzar el río, el trazado se separa hacia el sur de la N-521. En esta zona se proyecta un nuevo viaducto sobre un afluente del río Tamuja y un puente de veinte metros de luz sobre una charca. A continuación, la traza se aproxima a la N-521 y se enlaza con una alineación recta hasta el cruce con la carretera de Santa Marta de Magasca, CCV-99, donde se proyecta un enlace.

El tramo proyectado termina una vez finalizado el carril de aceleración del ramal de entrada sentido Cáceres, correspondiente al enlace de Santa Marta de Magasca. El arroyo Marimarco, que cruza hasta en cuatro ocasiones la autovía, hace necesarias obras de drenaje y un encauzamiento del mismo.