La próxima semana, la cita está prevista para el miércoles, se constituirá en Cáceres un grupo de trabajo para "definir de común acuerdo" la integración de la ciudad en la red de alta velocidad, según adelantó Benigno Blanco, secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, el pasado día 18 durante su última visita a la ciudad. El alcalde había anunciado quince días antes la creación de este órgano técnico, importante para el ayuntamiento por dos razones: la mitad del corredor ferroviario Cáceres-Mérida atraviesa terrenos del municipio cacereño, el más extenso de España y que llega hasta el límite con Badajoz, y todavía no se ha definido cómo afectará la nueva línea a la estación de ferrocarril y a su entorno.

En el estudio informativo del trazado de la red de alta velocidad Cáceres-Mérida-Badajoz no se entra a valorar cómo quedará el corredor a su paso por el casco urbano. Blanco manifestó que en el grupo de trabajo se planificará con el ayuntamiento "cómo se va a hacer el diseño de ciudad alrededor del ferrocarril". No obstante, el secretario de Estado de Infraestructuras aclaró que "prejuzgar ahora cómo quedará la estación es adelantar mucho", ya que a la fase del estudio informativo seguirá el análisis de las alegaciones y la declaración de impacto ambiental. "Cuando tengas el trazado, defines la plataforma de la vía, y luego pasas a las estaciones", puntualizó.

EL TRASLADO DE LA ESTACION

Aunque el traslado de la estación es una posibilidad de la que se habló hace diez años, cuando se redactaba la revisión del plan de urbanismo, no se ha vuelto a plantear desde que Renfe anunció en 1995 su interés por el actual recinto ferroviario y por su transformación.

No obstante, en el plan de urbanismo se prevé el cambio de ubicación de la estación de trenes con la reserva de un corredor que bordea por el oeste el casco urbano y que se ensancha en el Junquillo, donde estaría el nuevo recinto ferroviario. La estación actual y todo el área situada al oeste de la misma, incluido el cerro de los Pinos y las traseras del Carrefour, tienen la calificación de suelo urbanizable donde se permiten todos los usos, excepto el industrial, con el fin de transformar un área "con fuertes condiciones de centralidad y actualmente degradada", según se especifica en el plan. La intervención en toda esta zona va unida a la reubicación de la estación.