El mítico Hotel Metropol, situado en la calle Obispo Segura Sáez, un edificio que ha marcado la historia empresarial cacereña contemporánea, se convertirá en un restaurante italiano después de que una franquicia haya cerrado con éxito un acuerdo con los propietarios del inmueble, que ya está relizando los trámites para iniciar las obras.

Fue el cacereño Ángel Gómez Martín el que levantó el Metropol. Su andadura empresarial comenzó regentando Metro, la cafetería del Quiosco de la Música de Cánovas, que era un establecimiento con una barra circular, que abría entre cinco y media y seis de la mañana y donde trabajaron célebres como Santiago Pacheco o Andrés Muriel, que preparaba como nadie la lecherada, la granizada y la mantequilla. Pero Ángel Gómez Martín no solo regentaba Metro, también era dueño de Metropol, restaurante que abrió enfrente de Metro, donde estaba Mendieta y ahora está Urvicasa. Metropol lo decoró Antonio Girardi, que entonces era el decorador de moda de la ciudad, venido de Valencia y casado con Paquita, del bar Yuca. Antonio puso muy bonito y elegante el Metropol, que hasta servía bodas. Allí se metían los médicos a jugar al dominó cuando terminaban sus consultas y era un hervidero de clientes.

En Metropol se servían inolvidables cócteles y fue el bar de Cáceres que vivió la llegada del boom de la Coca Cola. Allí había pinchos de todas clases, calamares, callos, gambas al ajillo... que para eso el señor Luis, que era salmantino, estaba en la cocina, donde también estuvo Ángela, la mujer del jefe.

Metropol se surtía mucho de la fábrica de hielo que Gómez Martín tenía junto al actual bar Galeón. De esa fábrica sacaban grandes lotes de hielo, necesarios para hacer las granizadas y para enfriar las bebidas en una época en la que las neveras no funcionaban tan a todo trapo como ahora. Los primeros cafés que servía Metro iban destinados a las casas de citas de la calle San Felipe, más allá de Obispo Galarza, que era un barrio donde abundaban mucho las casas de citas y había lo menos 10.

Coincidiendo con el éxito del restaurante, Ángel Gómez se embarcó en 1965 en la apertura de un hotel, que finalmente gestionó su hijo, también Ángel Gómez. Se trataba de un establecimiento al que igualmente llamó Metropol. Estaba en la calle Obispo Segura Sáez, tenía tres plantas y 30 habitaciones, y estuvo en activo hasta 2006.

Durante estos 10 años el hotel ha estado cerrado. El inmueble es propiedad de las hijas del fundador y los hijos de éstas han sido quienes han cerrado la negociación con el restaurante italiano. La cadena se ha quedado con dos de las plantas del edificio, en régimen de alquiler. Su intención es abrirlo en marzo o abril, y la llegada de la franquicia será, indudablemente, un elemento dinamizador para la zona.