Los universitarios tuvieron que celebrar anoche con mucho frío su fiesta de la primavera, que hacen coincidir con la festividad patronal de la Escuela de Enfermería y que es ya uno de los acontecimientos estudiantiles más multitudinarios de la ciudad. Sin embargo ayer, las bajas temperaturas retuvieron ligeramente la participación, al menos a lo largo de la tarde.

En ocasiones anteriores, la masiva afluencia de jóvenes por la tarde en el botellón confirmaban el éxito de participación de la convocatoria durante la noche. Ayer, por el contrario, los grupos de jóvenes eran escasos a media tarde y a primera hora de la noche, según la organización, la participación ascendía a unas 1.500 personas. Las expectativas eran concentrar a 5.000 jóvenes a partir de las doce de la noche, cuando terminaran otras actividades musicales previstas en locales del centro de la ciudad.

La policía local, que montó un dispositivo en la zona, informó a este diario que en las primeras horas del desarrollo de la macrofiesta no se habían producido incidentes reseñables.

El ayuntamiento cedió las instalaciones y la organización contrató un servicio de autobús para los asistentes. El precio del billete estaba incluido en los 4 euros que costaba la entrada. Sorteos, regalos, música y alcohol completaban la oferta.