Desastre medioambiental en Los Llanos de Cáceres. El grave incendio ocurrido el pasado miércoles se llevó por delante 6.000 hectáreas de monte bajo y matorral en esta zona declarada de especial protección para las aves. El fuego, que arrasó más de una veintena de fincas, estuvo a punto de hacer saltar por los aires el polvorín que la Unión Española de Explosivos tiene ubicado cerca de la carretera de Trujillo.

Los bomberos tuvieron que emplearse a fondo para controlar las llamas que llegaron a menos de 100 metros del único depósito de explosivos industriales de la provincia con dinamita y nagorita. La gravedad del fuego obligó a cortar la carretera de Trujillo en la noche del miércoles y a desviar a los conductores por rutas alternativas. No quedó controlado hasta las dos de la madrugada de ayer y en la extinción participaron efectivos del Plan Infoex y del Sepei.

MAREA NEGRA Las consecuencias del devastador incendio eran visibles ayer desde la N-521. Una gran mancha negra ocupaba amplias extensiones de Los Llanos de Cáceres. José Blanco, propietario de la finca Escobero, cifró en más de 25 las explotaciones afectadas por el fuego que se originó en La Mejostilla y se quedó a 21 kilómetros de Trujillo. Ganaderos de Los Llanos de Cáceres mostraron ayer su indignación por "la falta de medios y sincronización" en las tareas de

extinción coordinadas por mandos del Plan Infoex. Los afectados aseguraron que el dispositivo fue insuficiente para controlar las llamas y denunciaron la tardanza en la actuación del Servicio de Emergencias del 112 cuando dieron aviso.

La Junta informó ayer que tres retenes, seis agentes forestales, tres vehículos autobomba y un helicóptero llevaron a cabo tareas de refresco para evitar que el incendio se reavivara.