El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, lo anunció el martes: la ubicación del futuro aeropuerto de Cáceres se desvelará la próxima semana. Sin embargo, destacados empresarios, profesionales y ciudadanos de distintos ámbitos, reunidos en la nueva Fundación Cáceres Capital para trabajar por el reto 2016, desconfían de que la noticia sea todo lo halagüeña que esperaban. El "secretismo" que ha mantenido la Junta sobre este tema ha generado inquietud y desconfianza en el colectivo, que dice no comprender esta actitud, y duda por tanto de que el aeropuerto se ubique finalmente en el entorno de la capital cacereña, como prometió Ibarra. "No se han revelado las conclusiones del estudio de Caja Extremadura al respecto... ¿por qué? Los cacereños tenemos esperanza e ilusión en el proyecto, esperamos que no se trunque", declaró ayer Juan Ramón Civantos, presidente de la fundación.

En el seno del colectivo se respira incertidumbre. Recuerdan que Ibarra lo dejó muy claro ante la Asamblea en junio del 2006: "Caja Extremadura está impulsando la redacción de un estudio en profundidad --dijo el entones presidente--, que va a concluir en la necesidad de instalar un aeropuerto internacional en el entorno de la ciudad de Cáceres, con carácter privado, con el apoyo del Gobierno regional y Central". Sin embargo, la fundación alberga sospechas de que la ubicación podría desplazarse lejos de la ciudad, "aunque queremos confiar en la buena voluntad de la Junta y en el respeto a sus propias decisiones", subrayó Juan Ramón Civantos.

El colectivo, abierto a todos los ciudadanos, se ha constituido para aprovechar el tirón del camino hacia la Capitalidad y llenar el "vacío" cacereño en distintos aspectos: economía, infraestructuras, cultura... Con este fin, ya ha encargado varios estudios e informes con financiación propia que pondrá a disposición de las instituciones. El primero es el relativo a la viabilidad de las infraestructuras de comunicación necesarias (aeropuerto internacional, autovías, ave...) y se acaba de ultimar. Redactado por profesores, la mayoría de la universidad, establece la ubicación idónea del aeropuerto a unos 12 kilómetros al oeste de Cáceres, ligado a un centro intermodal de transportes junto con la estación de la Ave y varios corredores viarios: A-66, N-521 (posible autovía A-58 a Portugal) y antigua N-630. Y ello por varias razones.

El informe, dirigido por el catedrático Antonio Campesinos, concluye que su ubicación no puede responder a "fantasías animadas", sino a "lógicas territoriales, sinergia económica y viabilidad empresarial". Por ello, y a falta de grandes ciudades en Extremadura, el aeropuerto tendrá que nacer dotado de todas las áreas de negocios posibles, y al mismo tiempo estar ligado a una ciudad para ser viable y suplir con actividades anexas la falta de rentabilidad. "Por tanto, un aeropuerto en medio del campo no tendría ni sentido ni viabilidad. El concepto de ciudad-aeropuerto es el que más se adapta a la realidad extremeña, y Cáceres es el único núcleo urbano en condiciones de desarrollarlo, ya que cuenta con todas las ventajas", explica Civantos al extraer las conclusiones del informe.

ENCLAVE ESTRATEGICO La primera ventaja es que la capital cacereña se convertirá en un importante nudo de comunicaciones. Sus tres autovías (A-66, A-58 y Ex-04 (Cáceres-Badajoz), pasarán junto a la posible ubicación de la estación del Ave internacional, en pleno corredor ferroviario Madrid-Lisboa. Justo al lado, entre la A-66 y la A-58, sería el lugar adecuado para ubicar el aeropuerto, según la fundación. Este gran centro intermodal de transportes, al que podría unirse también la estación de autobuses y otros muchos servicios, "permitiría que los distintos medios se potenciaran entre sí, atrayendo a su vez más actividad,más movimiento de pasajeros ymercancías, está comprobado”,explicó Juan Ramón Civantos.Este nodo intercambiador permitiríaa su vez crear una plataformalogística de desarrollo industrial,terciario comercial, dealmacenaje y servicios, comoampliación de Las Capellanías,sobre la extensa reserva de sueloque para tales usos clasifica elPlan General Municipal de urbanismo.“Sería incluso viable unparque tecnológico”, precisó Civantos,recordando además laproximidad del mayor polígonocacereño, que prevé expandirse.Pero además de los beneficiosque esta ubicación generaría, setrata de la única zona del entornocacereño no calificada comoZona Especial de Protección deAves, “con aptitud aeronáutica,meteorología favorable con abundanciade días benignos y 3.000horas de sol al año, buena orografía,posibilidad de crear unapista ajustada a los vientos predominantessur-suroeste y juntoa un corredor aéreo internacional.Cumpliría las exigencias deAviación Civil”, detalló Civantos.

NECESIDAD MUTUA / Y si el aeropuerto“necesita” la ubicaciónque ofrece Cáceres para ser viable,esta ciudad “necesita a lavez” el aeropuerto para encararel futuro: “Según los datos disponibles,las pernoctaciones turísticasse han reducido un 6,5% enel último año. No tenemos industriay por tanto precisamosesta infraestructura con la actividadque puede generar la fusiónde transportes”, agregó Civantos.Por todo ello, los miembros dela fundación afirman que noestán dispuestos “a que se releguede nuevo a la ciudad. Noaceptaremos que no se cumplala palabra de Ibarra, no nos cruzaremosde brazos si el aeropuertose ubica a distancia deCáceres, porque no sería justocon los datos en la mano. No setrata de hacer presión, se tratade que se cumpla lo prometido”.Temen, además, que cualquierotra ubicación “pudiera dejardescolgada de nuevo a Plasenciay al norte cacereño, mientrasque Cáceres sería equidistante”.Por último, la fundación sostieneque no son los promotoresprivados de un aeropuerto losque eligen su situación, sino lasinstituciones, “y si ellos tuvieranque hacerlo lo pondrían en Cácerespor razones geográficas yeconómicas”, concluyeron.