Una de las pruebas fundamentales que habrá de superar Cáceres para convertirse en septiembre próximo en candidata a capital europea de la cultura es responder a la pregunta de si en la ciudad existe realmente una movilización capaz de conseguir la capitalidad (esa cuestión aparece en el cuestionario que se formulará a todas las aspirantes). Hay dos formas de tratar de responder a este interrogante: de un modo voluntarista, es decir, que el Consorcio redacte una retahíla de palabras bonitas para convencer al jurado, o bien contratar a los mejores expertos para que sean ellos quienes digan de qué forma se logra la participación ciudadana.

La segunda fórmula es la que ha escogido el Consorcio y lo ha hecho a través de la Fundación Caja Extremadura, que a su vez ha encargado a la empresa Q-índice (su responsable es el hermano de Peridis y cuenta con los mejores expertos en investigación socieconómica) la elaboración de un estudio para un proyecto de movilización que sirva para la promoción de Cáceres como Ciudad Europea de la Cultura.

La iniciativa la presentó ayer el presidente de la fundación, Jesús Medina, en compañía de la alcaldesa y presidenta del Consorcio, Carmen Heras, el coordinador de la comisión del 2016, Javier Pizarro, y uno de los responsables de Q-índice, Juan Carlos Rodríguez Rojo. La fórmula mágica utilizada por Q-índice no fue desvelada ayer, extremo por otro lado lógico si se tiene en cuenta que se trata de una información que se pasará al Ministerio de Cultura el próximo 9 de julio, fecha en la que el Consorcio tiene previsto presentar el proyecto, que luego se dará a conocer ante el comité de selección con una presentación oral del 28 al 30 de septiembre. Desvelar en este momento cualquier dato puede servir de referencia al resto de contrincantes.

Sí se sabe que para elaborar este estudio, cualitativo no cuantitativo (no hay por tanto cifras), Q-índice ha mantenido tres reuniones con 24 personas cada una (son ciudadanos anónimos de la población general), además de 15 entrevistas con 2 o 3 personas en cada una de ellas (son personas relacionadas con el mundo de la cultura y el arte).

LAS RAZONES ¿Para qué el estudio? El proyecto de la candidatura exige, por razones normativas, que se movilice a la ciudadanía y, en ese sentido, ha de tejer líneas de comunicación con la sociedad para implicarla. Juan Carlos Rojo comparó ayer el estudio con un tren hacia Europa, con una locomotora de la que hay que tirar para llegar al destino.

A ese tren es necesario que suban instituciones privadas, empresariales... Y eso pensó la Fundación Caja Extremadura: subamos a esa locomotora y démosle un poco de energía. La fundación pensó entonces en Q-índice y la empresa se puso a trabajar con entrevistas personales o colectivas con actores del conocimiento, del arte y la cultura, esto es, personas cualificadas, pero también con ciudadanos de a pie, menos relacionados con el 2016.

Las conclusiones fueron claras: Extremadura y Cáceres han llegado a un desarrollo sostenible y equilibrado y el 2016 es un proyecto que encaja perfectamente en la región, que no tiene a nadie en contra y al que nadie es indiferente. Es decir, el 2016 es un proyecto que cuenta con el interés general y los ciudadanos piensan que Cáceres tiene méritos para conseguirlo.

¿Y estarían dispuestos los ciudadanos a movilizarse? para ello el proyecto ha de tener un sentido global, hacer ver que la capitalidad no es una olimpiada cuyas aspirantes construyen estadios que no valen para nada si no se consigue el objetivo, sino que es un proyecto de presente y de desarrollo, de infraestructuras culturales a las que siempre se les dará uso. La gente se pregunta cómo y de qué manera se conseguirá el 2016, la Fundación Caja Extremadura tiene la respuesta: el 9 de julio la dará a conocer con la intención de convencer a Europa de que la de Cáceres es la mejor opción.