Lo que se concibió como baluarte de la cultura cacereña no ha dado, por el momento, los resultados esperados. La Fundación Príncipe de Asturias de la Ciudad Monumental, un proyecto prometedor que se aprobó en pleno en el mes de noviembre de 1997, continúa en el cajón. El toque de atención lo dio ayer el concejal socialista Francisco Acedo, después de conocerse el Informe municipal sobre el estado de la cultura que, encargado por el propio ayuntamiento, detecta importantes deficiencias en la política cultural de la capital cacereña.

Acedo insistió en la "falta de criterio político del PP" y para ello puso como ejemplo la Fundación Príncipe de Asturias. El concejal comentó que la idea surgió en 1996 durante la visita que Felipe de Borbón realizó a Cáceres ese año. Fue entonces cuando el grupo municipal socialista le propuso al heredero de la Corona la creación de esta institución, que serviría para gestionar y canalizar todos los aspectos relacionados con la joya patrimonial de la ciudad. El Príncipe aceptó la presidencia y el alcalde José María Saponi "se comprometió --según Acedo-- a que estaría en marcha en junio del 99".

El proyecto contemplaba la participación de instituciones como el ayuntamiento, Junta de Extremadura, diputación... y trataría de involucrar también a entidades financieras y a compañías como Iberdrola.

Aunque el PSOE tiró ayer del hilo de la madeja cultural, las reacciones al informe municipal no se quedaron en la oposición y salpicaron también al gobierno. La flamante concejala de Cultura Cristina Leirachá compareció ayer ante los medios para explicar las lineas maestras de su programa. De sus palabras se interpreta, sin duda, su intención de variar y mejorar la política cultural de Cáceres.

UN TOQUE MODERNO

En declaraciones a EL PERIODICO Leirachá dijo que intentará dar "un toque moderno" a la cultura, que apoyará la creación artística, el sector privado (galerías, locales, discográficas...) y que en breves días mantendrá un encuentro con jóvenes artistas de la conocida generación XXI.

Pero, incluso, se comprometió a sacar la cultura a la calle, con conciertos gratuitos, fomento de la lectura, exposiciones en la plaza, un premio de puntura, un festival de cine, además de la apertura del Palacio de la Isla. Leirachá reconoció que el informe era positivo para corregir los fallos y que el presupuesto de la concejalía debería ser superior, aunque demandó la colaboración de la Junta de Extremadura en este sentido.