El equipo redactor del Plan General Municipal (PGM) de urbanismo recuerda, en su respuesta a la alegación de la asociación de propietarios de terrenos en la Montaña, que la consecución por el ayuntamiento de más superficie en esta zona depende de que se reconsidere la previsión de los sectores urbanizables. Esto supone que para que más terrenos de la Montaña pasasen a ser de titularidad pública para destinarlos a zona verde se tiene que reconsiderar la previsión de vivienda, decisión que los grupos políticos deberán tomar coincidiendo con la crisis y ajuste que sufre la construcción.

También se podrían plantear otras alternativas, aunque cualquier aumento significativo en la Montaña pasaría por los nuevos sectores de terreno urbanizable, donde el uso residencial está entre los principales de los aprovechamientos privados.

La ordenación de la Montaña es una de las cuestiones más importantes que todavía restan por resolver para cerrar el plano del futuro desarrollo de Cáceres. Ese dibujo parecía que se había concretado en el mes de abril, cuando el pleno de la corporación local aprobó un nuevo plan general de urbanismo que recortaba a la mitad el espacio de la Montaña a conseguir por el consistorio, de 150 hectáreas de los planes aprobados durante el ejecutivo del PP se pasaba a 75 divididas en dos prioridades para su desarrollo (56, las situadas más cerca de San Marquino, quedarían para una primera fase).

Pero ese acuerdo del pleno de la corporación local se encuentra en entredicho desde el momento en el que todos los partidos políticos municipales, a excepción de IU, se han mostrado dispuestos a variarlo, aunque no solamente por la Montaña, sino por otras actuaciones como el incremento de usos urbanísticos en las Carmelitas (Corte Inglés).

La reordenación de la Montaña incide en el modelo de ciudad que se aprobará con el nuevo plan general de urbanismo. El ayuntamiento consigue suelo en la Montaña para un uso público (para una zona verde) a cambio de que sus propietarios participen en los beneficios de nuevos terrenos urbanizables, donde la utilidad residencial destaca entre los usos lucrativos. También hay otras utilidades, como las terciarias, entre las que está el uso comercial, o las reservas de suelo para fines industriales.

AREAS DE EXPANSION Estos terrenos están situados en las nuevas áreas de expansión de Cáceres (entre Castellanos y las Capellanías, en los alrededores del ferial, junto a la carretera de Trujillo...) y siempre fuera de la Montaña, un espacio donde no se podrá construir, salvo en las zonas aledañas a San Marquino, donde sí está prevista la edificación de viviendas para completar su trama urbana. Entre los posibles fines de los que se ha hablado para el resto del terreno de la Montaña figura el de casa de campo, proyecto cuyos límites tampoco están fijados en el plan.

El terreno que el ayuntamiento obtendría en la Montaña está vinculado a los nuevos suelos urbanizables que el propio consistorio planifique en el PGM. Un aumento de uno puede suponer el incremento del otro. También habría otras fórmulas, que no obliguen necesariamente a que todo pase por el aumento de los suelos urbanizables, como son las densidades de los sectores y aprovechamientos medios que se permitan. No obstante, el total del suelo urbanizable está condicionando el terreno que se puede adscribir en enclaves como la Montaña para su obtención por el ayuntamiento.

El Partido Popular planificó durante su mandato terreno urbanizable con un potencial de 54.000 pisos (no significaba que todo se tuviese que acometer, pero sí se habilitaba el suelo, con un orden de prioridades en su desarrollo, para poder edificar).

La Consejería de Fomento obligó a rebajar esas previsiones e incluso consideró que el ayuntamiento tendría dificultades para mantener económicamente el terreno que se pretendía conseguir en la Montaña y en la Sierrilla para zona verde. El potencial residencial del nuevo plan general se dejó en 27.500 pisos tras el acuerdo que se adoptó en abril y que contó con el apoyo de PSOE, IU y Foro Ciudadano. Solo el PP votó en contra, aunque dio una alternativa que rebajaba su plan de 54.000 viviendas, dejándolas en poco más de 30.000.

Pero solo unas semanas después PSOE y FC dejaban la puerta abierta a cambios durante el periodo de alegaciones al acuerdo del pleno de abril, unas variaciones con las que el PP también estaba conforme y que ahora se deberán concretar durante el debate de las alegaciones presentadas al nuevo plan de urbanismo durante el pasado mes de mayo.

Una de las alegaciones es la de la asociación de propietarios de la Montaña, que piden que se recupere el acuerdo que se tomó durante la anterior legislatura, un documento que planificaba que 150 hectáreas de la Montaña se adscribiesen a suelos urbanizables del nuevo plan.

En la respuesta que el equipo redactor del PGM da a la alegación se recuerda que su solicitud depende de que se reconsidere la previsión de los nuevos terrenos urbanizables, de su ampliación y de la proporción en la que se realizase ese incremento.

CONTESTACION En su informe se apunta la intención de la corporación local de reconsiderar zonas de suelo urbanizable que quedaron fuera con el acuerdo de abril. No obstante, se recuerda que la decisión que finalmente se adopte no puede basarse tomando en consideración el límite de los terrenos que pertenecen a los miembros de la asociación, sino en una definición basada en elementos físicos existentes. Las 75 hectáreas que se incluyeron en el plan aprobado por el pleno en abril (ver el gráfico de la página anterior) se seleccionaron tomando en consideración el límite de la ronda este, lo que quedaba entre el trazado de la futura vía y el casco urbano se mantuvo adscrito a los nuevos suelos urbanizables.

En el informe no se incluyen cifras, solo se recuerda que se podrá estimar la alegación en proporción a los nuevos suelos urbanizables que finalmente se incluyan en el plan. La decisión sobre la aceptación o no de esta alegación la deben adoptar los componentes de la comisión municipal de Urbanismo, que toman como base el contenido del informe, y deberá ser refrendada por el pleno de la corporación.

El que sí puso cifras fue el PP en la propuesta que presentó al pleno de abril. El PP se mostró a favor de que los suelos a obtener en la Montaña superasen las 75 hectáreas, aunque sin alcanzar las 150 que inicialmente se metieron en el plan. Los populares llegaron a proponer que ese incremento se compensase con un aumento de 3.256 viviendas potenciales (de las 27.350 del plan aprobado por PSOE-IU-FC se pasaría a 30.606) en dos zonas que se habían excluido del plan (junto a la carretera de Casar y en el cerro de la Esmeralda).

El PSOE y FC no se han opuesto a aumentar las 75 hectáreas, incluso desde Foro Ciudadano se ha dicho que se apoyaría si sirve para dar una solución al residencial Universidad (el colectivo de propietarios de la Montaña promovió el proceso que acabó con la sentencia que anuló la orden de la Junta que permitió su construcción y ha planteado en varias ocasiones solicitar la ejecución de esta sentencia del TS).