TGtala lírica en el Gran Teatro de Cáceres la noche del sábado. ¿Por qué no asistieron algunos de nuestros representantes políticos y nuestra intelligentcia local? ¿Por tener que hacer algo más interesante? La cultura, como decía cierto grupo punk, "es tortura"; el ocio no (nos vemos en la feria de las vanidades, o de la tapa).

La Orquesta Scarlatti, dirigida por Alfonso Ramos, treinta y cinco integrantes entre maestros (profesionales que están en orquestas sinfónicas), profesores de diferentes conservatorios y escuelas de música de la región, alumnos de últimos cursos y de grado medio ("El sistema", como se le conoce, educativo y pedagógico musical que ha sido premiado en multitud de foros internacionales, y cuyo miembro más destacado es Gustavo Dudamel, director, con 28 añitos, de la Sinfónica de Los Angeles), junto con dos solistas, la soprano pacense Carmen Solís (temporada en la ópera de Oviedo y protagonista en la Maestranza) y un humilde servidor, ofrecimos un concierto que estaba compuesto por piezas de ópera y de zarzuela.

La orquesta bien; ella increíble; yo no soy quién para juzgarme. Cómputo global de la noche, notable (sin contarme a mí).

Notable es que se ayude y apoye desde las instituciones públicas o privadas a este tipo de conjuntos, Orquesta Scarlatti, por ejemplo, porque tal como está montao el cotarro, la cultura no sólo tiene que tener beneficios económicos, sino sociales, y en esta región estamos a falta de estos últimos. Gracias de verdad, por todo, a los asistentes.