Los soportales de la plaza Mayor se convirtieron ayer en una galería de arte al aire libre gracias a la iniciativa de la concejalía de Cultura y la sección de Artes Plásticas del Ateneo, con apoyo de los empresarios del recinto, de utilizar el vallado perimetral de las obras para colgar obras durante 12 horas.

A la convocatoria, que tuvo como aliada el buen tiempo, se sumaron alrededor de medio centenar de artistas con más de 100 creaciones entre las que mandó la pintura, aunque también podían encontrarse fotografías y dibujos. El proyecto, realizado por primera vez, sirvió para embellecer el corredor de los soportales, oscurecido por las lonas negras que no dejan ver la evolución de los trabajos en la plaza Mayor.

Desde las nueve de la mañana a las nueve de la noche los visitantes fueron desfilando por el pasillo público, muchos deteniéndose ante los cuadros de autores que, como Jesús Valle, habían trasladado sus óleos del estudio a la calle. "El arte le da vida a la plaza", decía satisfecho Emilio González, uno de los responsables de que el proyecto de la galería de arte al aire libre saliera adelante.

Al acto de inauguración asistió la alcaldesa, Carmen Heras, que aplaudió la idea y la "generosidad de los artistas" que acudieron a la llamada de la concejalía de Cultura y el Ateneo. "Se han volcado", apuntó Heras, lamentando que la exposición artística no se pudiera mantener más de un día al no poder garantizar la seguridad de las obras.

Heras añadió que la iniciativa se había convertido también en "un reclamo" para atraer público a la plaza Mayor y avanzó que podría repetirse, pero con otras modalidades artísticas. "Va a ser bueno también para los establecimientos", concluyó.

Un recorrido por los soportales permitió observar ayer obras en distintas técnicas y formatos que, con medidas iguales o inferiores a 120 centímetros de ancho por 150 de alto, hicieron atractivo un corredor con vistas a las máquinas. Y es que el arte siempre es buena solución para todo.