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La tradicional carrera de caballos que Arroyo de la Luz celebra cada lunes de Pascua se hizo ayer histórica. El galopar de un bello caballo blanco, engalanado con la manta arroyana y montado por una pareja ataviada con el traje típico de la localidad, sorprendió a los numerosos turistas que estos días llenan la zona monumental.
Y es que los arroyanos cambiaron ayer la calle Corredera de su pueblo por la plaza de Santa María para ofrecer una breve representación del acto que les ha dado fama y ha hecho a su Día de la Luz merecedor de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional.
Desde ayer el arco de la estrella y la concatedral, convertidos por un día en corredera, son cómplices de una historia y tradición ajena, la que Arroyo celebra desde el siglo XVI "y que conmemora el triunfo de los cristianos sobre los moros gracias al rápido galopar de un jinete", recuerda José Antonio Gómez Tapia, presidente de la Asociación Amigos del Caballo Virgen de la Luz.
Como también marca la tradición, no faltó el reparto de dulces, embutidos y vino que se hace entre los asistentes mientras los jinetes realizan sus rápidas carreras. Y el comentario ante la oferta gastronómica fue unánime: "Esto está buenísimo".
La destreza del jinete sorprendió y entusiasmó, pero el chorizo y la patatera arroyana conquistaron. "Nunca había comido unos embutidos tan sabrosos", reconoció María, una turista madrileña.
Y los embutidos y el buen vino darán hoy paso a otro manjar de la zona, pues el programa que la Mancomunidad Tajo-Salor desarrolla estos días en el Patronato de Turismo con motivo de su semana temática incluye la Fiesta de la Tenca , una tradición que se hace única en los pueblos de esta comarca.
Además, continuarán las muestras de artesanía y las actuaciones folclóricas.
