Don Pedro García de Galarza, nació en Bonilla de Huete, provincia de Cuenca en el año 1538 y falleció en Coria en 1604. Don Pedro cursó estudios en el Colegio de San Antonio de Portaceli de Sigüenza y estuvo de colegial en el Colegio Mayor de San Bartolomé en Salamanca. En esta ciudad desempeñó las tareas de catedrático de Artes, puesto que dejó en 1567 al ser nombrado canónigo magistral en Murcia hasta que en 1579, a propuesta del rey Felipe II pasó a ser Obispo de Coria hasta su muerte.

Era una persona con una gran preparación humanística, todo un ilustrado en la época, que destacó por su mecenazgo artístico y por sus grandes dotes para el gobierno. Su episcopado se fundamentó en la aplicación de las normas emanadas del Concilio de Trento y a pesar de contar con la oposición de las Órdenes Religiosas, fundó en Coria un Convento de Monjas y en la villa de Cáceres construyó un Seminario al que se opuso el cabildo catedralicio de Coria que pretendieron que se instalara en la cabecera de la diócesis. Dado que el Concejo Cacereño apoyó con grandes sumas de dinero, el proyecto se realizó en el ejido cacereño en un lugar llamado de las Parras. Realizó también las obras de reforma y ampliación del palacio episcopal cacereño. En 1579, siguiendo a Rubio Rojas, intentó reducir a clausura a las monjas de dos conventos cacereños, uno de ellos era el de San Pablo, haciendo extensible la idea a todos los de la diócesis, encontrándose con graves problemas, sobre todo por parte de las Comendadoras de Alcántara que argumentaban las normas que se señalaban en sus estatutos.

Otro de los asuntos que intentó llevar a cabo fue la reunión de todas las fundaciones benéficas existentes en la villa de Cáceres para que se agruparan en una o dos fundaciones, ya que había muchas y sus instalaciones, sus servicios y las escasas rentas hacía que no pudieran desarrollar su labor adecuadamente, siendo la asistencia que prestaban a los menesterosos muy precaria y de muy mala calidad. Pero no logró el éxito deseado siguiendo la situación como estaba. Ahora que la diócesis de Coria-Cáceres está inmersa en un Sínodo, convocado por el actual Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Don Francisco Cerro, deciros que Don Pedro convocó asímismo dos Sínodos, el de 1594 en Cáceres y el de 1596 en Coria, cuyos acuerdos y normativas sirvieron para regir durante varios siglos a nuestra diócesis de Coria-Cáceres.

Don Pedro destacó asímismo como un gran hombre de Estado, fue amigo personal y consejero del rey Felipe II, a quien asesoró y ayudó en muchas misiones diplomáticas, sobre todo en la aspiración del Rey de incorporar a Portugal a la Corona Española. Parece ser que al regreso de Portugal el Rey Felipe II estuvo alojado en casa del Obispo en 1583.

El blasón del Obispo Galarza que se encuentra en la fachada del palacio Episcopal de Cáceres en la Plaza de Santa María consta de: De sinople, una banda de plata cargada con la leyenda “AVE MARÍA”, resaltada de una garza de plata, sobre ondas de plata y azur. El escudo está timbrado con un capelo episcopal y bajo él una filacteria en la que está escrito «EX ALTO», flanqueada por borlas.

Don Pedro fue un Obispo que ayudó mucho a Cáceres, pero cuando murió quiso ser enterrado en la catedral de Coria, en un espectacular mausoleo con una estatua del Obispo realizada en alabastro en actitud orante, donde descansa para toda la eternidad uno de los mayores benefactores que tuvo la Villa.