Desde agosto del 2002 a julio del 2003 se sacaron del embalse del Guadiloba y de los pozos de San Jorge, en el Calerizo, 11,3 millones de metros cúbicos de agua, solamente un 1,3% más que en el mismo periodo anual anterior. El incremento en el gasto de agua ha sido en los últimos dos años inferior al de etapas anteriores a pesar de la expansión urbanística del último bienio. Según datos de Canal de Isabel II, el gasto medio diario en el año 2000 fue de casi 29.000 metros cúbicos, mientras que en el 2001 fue superior a 30.500. Ese crecimiento se ralentizó en el 2002, con una media de 31.400, tendencia que se ha mantenido entre enero y julio del 2003 (periodo que coge mayo, junio y julio, tres de los cuatro meses con más gasto) con 31.700.

Las cifras de los metros cúbicos de agua que se traen del Guadiloba, que es la única fuente de suministro tras el cierre en abril de los pozos de San Jorge, no coinciden con las de los consumos en hogares e industrias, ni con las cantidades que Canal de Isabel II factura, diferencia motivada por pérdidas de agua y porque también se usa para regar parques.

El Guadiloba, con una capacidad de veinte millones de metros cúbicos y que en enero se llenó, estaba el pasado 13 de agosto al 60% de su capacidad. Con el cierre de los pozos del Calerizo, debido a las protestas por la dureza del agua, las garantías que ofrece el Guadiloba para asegurar el suministro son menores y la dependencia de Cáceres del trasvase de la cola del pantano de Alcántara aumenta. Con el Guadiloba lleno, sólo hay agua para año y medio.

EL EFECTO DE LA OLA DE CALOR

Si el incremento anual no ha sido muy significativo, no ha pasado lo mismo durante los doce primeros días del mes de agosto, con una subida del 6,2% respecto al gasto medio diario que se registró en el mismo mes del 2002. Los días 4, 6, 7, 8, 11 y 12 salieron más de 40.000 metros cúbicos de agua de la planta de tratamiento y depuración de la Montaña.