Nacieron con Womad a principios de los 90, crecieron con él y ya forma parte de sus vidas. Laura Encinas, Belén Montero, Sara Nieto, Cristina Moreno, Amanda Prado, Rafael Rosco, Natalia Vadillo y Carolina Puerto celebrarán a partir del próximo jueves la mayoría de edad del festival, que cumple este año 18 ediciones tras sus inicios en 1992. Ejemplos de la generación Womad, inquietos y descaradamente jóvenes, este grupo de estudiantes de Bachillerato reflexiona sobre el presente y el futuro del certamen de músicas del mundo, que volverá a llenar de ritmos del mundo las plazas del casco histórico cacereño del día 7 al 10 de este mes. En la frontera de los 18 años, todos quieren disfrutar de la edición de este año de forma especial, convencidos de que Womad y Cáceres siempre han ido de la mano.

El concierto de La Mala Rodríguez del año pasado, la fiesta con los amigos y el descubrimiento de otras culturas han hecho que la cita multiétnica sea para ellos una fecha fija en el calendario. Laura Encinas, que este año cumplirá los 17, acababa de nacer cuando Womad se estrenó en 1992 en el estadio Príncipe Felipe. Nunca olvidará los primeros paseos por el mercadillo del festival y las distintas músicas de las que se ha empapado durante estos años. "Womad me ha enseñado a conocer a grupos de otras partes del mundo", detalla la joven.

En la primera experiencia en Womad de Belén Montero tuvieron mucho que ver sus padres. De la misma quinta que Laura Encinas y alumna de Las Carmelitas, recuerda sus primeras trenzas a los seis años y cómo ha seguido disfrutando con sus amigos de la música. "La gente que viene es muy abierta y te puedes integrar en cualquier grupo", afirma, aún con el recuerdo fresco de lo mucho que vibró con el rap de La Mala en la edición del 2008. "Womad me ha enseñado a ser yo misma", concluye.

PRIMERA EXPERIENCIA Sara Nieto también fue por primera vez con sus padres a los diez años. Ahora tiene 16, para ella es un festival "especial por el ambiente y la mezcla de personas" y pide que haya más conciertos en próximas ediciones. A Cristina