El tribunal eclesiástico, que gestiona la tramitación de las nulidades de matrimonio canónigas, lo forman el vicario judicial, tres jueces, el defensor del vínculo y un notario. "Una persona solicita la nulidad y comienza el trámite", apunta Guadalupe Manzano, que ejerce como notario en éste órgano. "A raíz del Motu Proprio del Papa Francisco, la gente se ha interesado más en el tema, ya que muchas personas pensaban que era un procedimiento largo y costoso, pero a veces ha resultado hasta gratuito para muchas personas". Por su parte, Paco Sánchez es el defensor del vínculo. "Mi labor es defender el matrimonio hasta donde sea racionalmente posible. Si no, me remito a lo que decidan los jueces y no me opongo a su nulidad. Lo que nunca puedo hacer como defensor del vínculo es pedir yo la nulidad".