Las administraciones han dado un carpetazo definitivo al prometido centro policial conjunto de Aldea Moret después de casi diez años. Que la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, considerara el lunes que no era eficaz y el reconocimiento, ayer, del ayuntamiento de no poder asumir en solitario una infraestructura así, deja sin respuesta una larga aspiración vecinal.

Los vecinos de La Esperanza ya lo tenían asumido. "No nos sorprende", declaró ayer la presidenta de este colectivo. La Esperanza es la barriada donde se encuentran las calles más controvertidas de Aldea Moret: Ródano, Juan García García --donde se preveía abrir el cuartelillo-- y Germán Sellers de Paz.

El barrio lleva años solicitando la creación de esta infraestructura policial. Los vecinos entienden que serviría para "disuadir a los que actúan al margen de la ley", explicó Llanos. Por ello, insistió en que el cuartelillo es "imprescindible". "Si la delegada del Gobierno viviera aquí, ordenaría un cuartelillo y mucho más", se lamentó.

SITUACION ANORMAL La dirigente vecinal recordó que en el barrio no se atreven a entrar servicios de reparto (como las pizzerías) y las ambulancias requieren habitualmente la protección de la policía por miedo.

Llanos sostiene que la oficina de la policía local en la avenida Río Tiber "no sirve de nada porque tiene horario de oficina" y tampoco una patrulla, "que pasa de vez en cuando". "Lo que necesitamos es presencia permanente para una respuesta rápida", concluyó. "Roban en los pisos, hacen rallyes, fogatas, ocupan las viviendas ilegalmente... Todo eso debe ser normal".

Carmen Pereira sostuvo el lunes que se considera más eficaz la presencia policial "dinámica" --en patrulla-- que "estática" --en el cuartelillo--. El subdelegado del Gobierno, Fernando Solís, secundó ayer esta consideración y aseguró que la Policía Nacional realiza una vigilancia en la zona las 24 horas del día.

En cuanto a la protección policial que solicitan algunos servicios para entrar en el barrio, como las ambulancias, Solís apuntó que eso responde más a una "psicosis" que a una realidad y aseguró que no se había denunciado ni una sola agresión a conductores de ambulancias.

Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana, Santos Parra, reconoció ayer que el ayuntamiento tenía un compromiso para crear esta dotación policial, pero de forma conjunta con la Policía Nacional. "El ayuntamiento no elude su compromiso, pero si fuera una oficina mixta", valoró. Recordó que la policía local ya está presente en el barrio con la oficina del Río Tiber que, a su juicio, "funciona".