"Comparto esta placa con mi marido y mi familia, que han venido acompañarme hoy". Catalina Sánchez Alvarado, fue uno de los 14 mayores homenajeados ayer en el Gran Teatro, en su caso a propuesta del club de pensionistas de Rincón de Ballesteros. Un agradecimiento sencillo que dejaba ver que ayer la emoción no solo estaba entre los protagonistas del acto, sino también en quienes observaban desde el patio de butacas. "Gracias por esta tarde tan buena", añadía.

Como ella, Araceli Benito, Angel Ballesteros, José María Acevedo, Alfonso Nieves, Juan Pedro Luengo, Petra Polo, Félix Ambrosi, Matías Caballero, Félix Carrasco, Francisco Fernández, José Acedo y Elena Pámpano, recibieron el reconocimiento de sus compañeros y amigos, "por haber ayudado a sus mujeres o maridos, haber sido buenos profesionales y haber sido buenas personas", como destacó la alcaldesa Carmen Heras, que participó en el acto junto a la concejala de Participación Social, Carmen Lillo.

"Cualquier pueblo sabe que debe cuidar a sus mayores y agradecerles la experiencia que dejan", afirmó Heras, que destacó la programación que el ayuntamiento destina al aprendizaje y el ocio recreativo de los mayores.

El humorista Franquete fue el encargado de conducir el acto en el que se rindió además homenaje a Manuel Femia por su trayectoria personal y su labor social. Femia fue el creador del primer hogar extremeño para emigrantes en Bélgica, donde ejerció como sacerdote; puso en marcha los cursos de alfabetización para personas de etnia gitana en Cáceres y fue uno de los creadores del Teléfono de la Esperanza, servicio que ahora preside y compagina con su labor en varias oenegés que trabajan en Africa y América Latina.

"Me hace mucha ilusión, pero aquí faltan muchas personas que merecían estar", destacó Femia, que se refirió a todos aquellos que colaboran de forma anónima en las oenegés y quiso hacer extensible los aplausos "para todas esas personas que están a la escucha" en el Teléfono de la Esperanza. "Mientras haya gente que haga cosas porque le salen del corazón, habrá esperanza en este mundo", reflexionó.

El coro, la rondalla de acordeones, y los talleres de saxofones y tango del hogar de la plaza Mayor, el coro del hogar Cervantes y el coro del Aula de la Tercera Edad de la Universidad Popular, dieron ritmo al acto.